El Profesor de Persa (2020)

Según dicen, la necesidad hace inventiva ¿Y qué necesidad puede ser mayor que estar rodeado de personas que pueden matarte en cualquier momento, si así lo desean? Crueles, que despiadados son los hombres que rodean a Gilles nuestro protagonista y que deja claro las lecciones de persa en los primeros minutos. La película comienza con una pequeña ejecución masiva en el camino, rápida, efectiva y dura, que realizan unos soldados nazis. No sabemos quiénes son los prisioneros que son ejecutados, aparte del joven protagonista que hace que la historia lo saque del simple anonimato en la película titulada EL PROFESOR DE PERSA (2020)

Francia, 1942. Gilles (Nahuel Pérez Biscayart) es arrestado por soldados de las SS junto con otros judíos y enviado a un campo de concentración en Alemania. Allí consigue evitar la ejecución al jurar a los guardias que no es judío, sino persa. Gracias a esta artimaña, Gilles consigue mantenerse con vida, pero tendrá que enseñar un idioma que no conoce a uno de los oficiales del campo (Lars Eidinger) interesado en aprenderlo. Al tiempo que la relación entre ellos aumenta, las sospechas de los soldados van en incremento.

La lucha precisamente contra este anonimato es uno de los temas centrales de la película. Cuanto más avanza la historia, más fuerte es el vínculo entre Gilles y Koch, más intenta el falso persa usar su posición para ayudar a otros. La idea más hermosa de la novela del escritor Wolfgang Kohlhaase basada en el drama, es que el joven belga utiliza la supervivencia en el campo de concentración y también es un recuerdo a todas las víctimas del holocausto. Algo que le director Vadim Perelman sabe plasmar a través de la lente de una cámara, que muestra las circunstancias de nuestro protagonista, pero cierto es que también no es una película sobre un campo de concentración nazi, si no en la vida de dos personas que intentan sobrevivir, cada uno a su manera.



El escenario es original y funciona bien dentro del drama que cuenta, donde mentiras tan absurdas son siempre incrédulas pero interesantes. También tiene algo de comedia picaresca porque la mentira en la que Gilles basa su supervivencia es tan atrevida, su inventiva tan enorme y descarada que el espectador no puede dejar de admirar a este joven judío. El guion intenta enfocarse en eso casi todo el tiempo de metraje, y hay una subtrama que tiene a dos hermanos italianos, también presos del campo, que solo sirven para dar sentido a la narrativa en cierto punto. Cierto es que el guion funciona casi todo el rato, pero cuando intenta meter tramas secundarias como la anteriormente comentada o una relación amorosa entre una funcionaria nazi y un soldado que le hace la vida imposible a Gilles no tiene mayor relevancia, un error que hace que el metraje se infle hasta los 127 minutos, cuando no es necesario.



Sin duda el binomio entre los actores Nahuel Pérez Biscayart y Lars Eidinger tiene una química en pantalla que el espectador se puede creer en todo momento. Gilles (Nahuel) lucha por sobrevivir y cada error puede ser sinónimo de su muerte, y el actor esta excelente relatando ese terror simplemente con la mirada. Klaus (Lars) como oficial nazi puede ser un personaje odioso, pero también se le da una capa de compresión de “porque” se hizo nazi, a pesar de no compartir ciertas ideas (sobre todo en el genocidio) y también porque hay cierta parte de su historia de porque quiere aprender persa, que puede dar a diferentes significados, que otros personajes (oficiales nazis) dejan caer. Pero la fuerza de ambos actores es digna de aplauso.



En definitiva y resumiendo: EL PROFESOR DE PERSA tiene un escenario, que a pesar de que se ha visto en multitud de películas, resulta todavía original en mano del director Vadim Perelman. La historia de un hombre que tiene que inventar un idioma para poder sobrevivir es emocionante, pero también interesante. Cierto que el guion solo se preocupa por los dos personajes principales, y todo lo demás queda en el fondo de la narrativa, pero es un drama que atrapa al espectador y sobre todo lleva a conmover, sin utilizar trampas y trucos fáciles dentro de la narrativa. Sin duda os recomiendo su visionado, ya que merece la pena.


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