En un barrio de Nueva York (2021)

 

Sin duda el director Jon M. Chu no solo está en una buena racha, sino que también ha tenido una carrera cinematográfica ecléctica. Nunca he visto a un cineasta pasar de películas como JEM Y LOS HOLOGRAMAS (2015), varias entregas de la franquicia de STEP UP (La segunda y la tercera parte) y AHORA ME VES 2 (2016). En 2018 tuvo el éxito inesperado en USA con el largometraje de CRAZY RICH ASIANS (2018) que recaudo una buena millonada, pero que fuera de las fronteras americanas no tuvo éxito alguno y paso de puntillas.  Y ahora en 2021 estrena la adaptación del musical de EN UN BARRIO DE NUEVA YORK creada por el gurú de moda en USA que es Lin-Manuel Miranda que, a pesar de ser un letrista, cantante y creador de musicales mediocre, parece que tiene el beneplácito de los críticos musicales, cinematográficos y hasta a lo mejor le regalan el pan todos los días en la panadería.

Basado en el musical de Broadway, sigue a un grupo de vecinos del barrio Washington Heights de Nueva York. El principal es Usnavi (Anthony Ramos), el simpático dueño de una bodega, criado por su abuela que sueña con volver algún día a su República Dominicana. La abuela Claudia, que desempeña el rol de abuela para muchos de los vecinos del barrio, Vanessa, de quien Usnavi está perdidamente enamorado y Nina, una vieja amiga de Usnavi que regresa al barrio después de mucho tiempo, llevándole noticias inesperadas a sus padres, quienes han estado ahorrando toda la vida para darle una mejor educación académica de la que ellos tuvieron.

EN UN BARRIO DE NUEVA YORK (pretende) ser una celebración de la cultura hispana y una hermosa carta de amor a la ciudad de Nueva York (donde sea la única ciudad donde el publico vaya a ver la película en los cines. Admito que el genero de lo musicales tiene que ser un genero en ocasiones afable y amable con el espectador, pero EN UN BARRIO DE NUEVA YORK es un blanqueamiento tan exagerado que es imposible que nadie pueda creer que un barrio (The Heights) sea conflictivo en ningún momento.  No veo la autenticidad de la ciudad de Nueva York y la visibilidad de una comunidad queda totalmente empañada por intentar que sea un musical y una película totalmente blanca. Además, la película muestra la cultura de una manera positiva y aborda temas actuales a través de un mensaje amoroso e inspirador, pero que en mi opinión a mi lo único que me inspiraba era en ver los créditos finales para salir huyendo de 140 minutos donde los personajes me importan absolutamente nada.



Pero antes de seguir con mas puntos negativos, voy a comentar alguno positivo: La dirección de Chu realmente brilla de una manera que me sorprende visceralmente. Si que se siente la magnitud en lo que se refiere a sus impresionantes coreografías en los números musicales. Dada la experiencia previa de Chu con bailarines en la franquicia STEP UP (y dirigiendo la mejor película de toda la franquicia, que fue la secuela), no es de extrañar cómo muestra a bailarines expertos en la película para hacer que este musical se sienta más como una fiesta extravagante (otra forma es que el espectador lo sienta como tal) Todas y cada una de las piezas musicales tienen un estilo que se destaca por sí mismo, gracias a esas coreografías y puesta en escena.



El elenco actoral poco puede hacer con unos personajes que están escritos de una manera mediocre. En teoría tienes que sentir simpatía y comprender la lucha que tiene cada uno por conseguir su “sueñito”. Pero son “sueñitos” totalmente absurdos y con los clichés más exagerados de cualquier comedia romántica de medio pelo. Para ser una película sobre la comunidad latina, solo se hace hincapié en el racismo en pocas ocasiones, igual que otros problemas reales que tiene esa comunidad, pero parece que Lin Manuel Miranda quiere envolver todo en azúcar y que parezca más una película de ciencia ficción que un musical con alma, y EN UN BARRIO DE NUEVA YORK no hay alma ninguna.



En definitiva y resumiendo: EN UN BARRIO DE NUEVA YORK es un producto 100% para los amantes del gurú Lin Manuel Miranda. Si eres fanático de este creador de musicales y actor seguramente te encantara el largometraje, ya que tiene todas las características de su estilo. Si eres de esas personas, enhorabuena por disfrutar por ello (solo faltaría). Pero en mi caso me parece un musical mediocre (no me acuerdo de ninguna canción, y digo canción por no decir que el genero musical del rap debe de estar sintiendo nauseas), sus personajes me transmiten menos que un cactus en medio del desierto, que su duración de 140 minutos se hace cuesta arriba de una manera exagerada. Si quieres hacer una reivindicación de la comunidad latina, se fiel con los problemas que tiene esa comunidad día a día, y no lo pintes todo de color de rosa, y eso EN UN BARRIO DE NUEVA YORK lo lleva a un extremo que no puede resultar creíble. Pero por un lado la dirección de Jon M. Chu es solvente y se nota que tiene mano y ojo para los musicales, por lo que visualmente si tiene aspectos buenos. Para resumir: Me alegro de que haya musicales como EN UN BARRIO DE NUEVA YORK, para que XANADU (1980) sea recordara como mejor musical que este que se acaba de estrenar en las pantallas de cine.

 

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