Igor Grom contra el doctor Peste (2021)

 

Fuera de Hollywood se ha corrido la voz de que se puede ganar mucho dinero con adaptaciones de cómics. Y así, incluso en países que no son necesariamente conocidos como bastiones cómicos, todavía intentan beneficiarse de alguna manera. Sin embargo, tales películas no son un éxito seguro, como es el ejemplo de IGOR GROM CONTRA EL DOCTOR PESTE (2021). En 2017 se lanzó un cortometraje basado en el cómic ruso para hacer un poco de publicidad para lo que sería el futuro largometraje. De alguna manera todo salió mal durante la producción de este último, hubo una disputa sobre la dirección creativa y el actor principal no estaba interesado en seguir. Esto retrasó el proyecto durante varios años. No fue hasta 2021 que la película se estrenó en Rusia, donde tuvo una recaudación de taquilla decente. Pero disfrutó de una mayor popularidad como interés de otros países por hacerse con su distribución. Y al final fue Netflix la que compro los derechos y lanzo la película el pasado 7 de julio.

El jefe de policía, Igor Grom (Tikhon Zhiznevskiy) es conocido en San Petersburgo por su carácter incisivo y su actitud irreconciliable hacia los criminales. Pero todo cambia con la aparición de una persona con la máscara del doctor peste, que asesina a gente que ha escapado de la justicia por dinero o estatus social.

Hay que admitir que soy bastante fanático de las películas “blockbuster” que suele sacar Rusia, ya que intentan siempre copiar estilos de otros países en lo que se refiere a este tipo de industria (otra cosa ya seria Andréi Tarkovski) y sin duda lo mas interesante de la historia es su villano ¿Un hombre que camina con una máscara de médico de la peste y usa un lanzallamas para incendiar a los criminales? Y que además su traje se parece muchísimo al de Batman (incluso hay una broma respecto a esto). Y a pesar de que el conjunto entre histórico y moderno no cuadre mucho no es un inconveniente, porque resulta muy excesivo (algo que, en justa medida, siempre me gusta). Pero al contrario del interés por el villano, el protagonista Igor Grom es bastante insípido. Un policía que va en contra de las leyes con tal de arrestar a los criminales y que trae de cabeza a su superior (algo que nunca se ha visto y menos en la época de los 80´s) y que además previsualiza sus ataques antes de realizarlos (que me recordó demasiado a las películas de SHERLOCK HOLMES realizadas por el director Guy Ritchie) y el actor Tikhon Zhiznevskiy a niveles de actuación parece una planta de interiores donde solo tiene dos gestos durante todo el metraje. Vamos que si me ponen a otro actor en medio de la película no me hubiera dado cuenta.



La primera parte de la película me pareció bastante entretenida, cuando se muestra a Igor persiguiendo a unos ladrones de bancos. Y personalmente me encantó el crédito de apertura que, en mi opinión, parecía elegante y artístico, con una gran partitura que lo acompañaba. Y si antes comentaba que el personaje de Igor me pareció soso, sí que me gustaron el aprendiz de policía Dima (Alexander Seteykin) y la bloguera Yulia Pchelkina interpretada por Lyubov Aksyonova, que algunos conocerán por el largometraje de COMA (2020). Lo que ocurre es que la segunda mitad ya decae en la repetición de sucesos y escenas que no llevan absolutamente a nada, donde se nota los 136 minutos de duración.



En general, no es tan emocionante en términos de contenido. Quién está detrás de todo este caos se revela demasiado pronto. Cualquier intento de dar un giro en el curso posterior es, en última instancia, irrelevante y el espectador no es tonto.  Aunque siete personas trabajaron en el guion, al final no salió nada digno de un curioso entretenimiento. Esto también puede deberse al hecho de que las alusiones a la política de Rusia que aún existían en el cómic fueron eliminadas de la película por temor a las reacciones. Además, es posible que también los productores estuvieran mirando a una audiencia internacional y pensaran que los problemas que ocurren en Rusia no son tan relevantes. Las secuencias de acción son bastante decentes y los efectos especiales en general estaban bien. Así que el estilo visual si aprueba en IGOR GROM CONTRA EL DOCTOR PESTE.



En definitiva y resumiendo: El metraje excesivo y su protagonista son el mayor problema en la película y mas cuando tiene un antagonista tan interesante y su oscura historia. Si te gusta ver este tipo de películas que adaptan otros comics que no sean Dc o Marvel, es una oportunidad interesante para una tarde aburrida, y os recuerdo que durante los créditos hay dos escenas más, que obviamente miran hacia una secuela que tendrá que esperar según lo que haga en el mercado internacional, pero que, por mi parte, vería sin ningún tipo de reparo.