Está claro que Liam Neeson lleva años
demostrando que es el “un hombre de acción” desde que estreno la película VENGANZA (2008) y está claro que está muy cómodo en
esa situación y encasillamiento en películas de “serie B” con un presupuesto
moderado. Y últimamente parece que Neeson estrena película cada 6
meses en USA (otra cosa es que lleguen aquí a nuestro país). Aquí llego UN LADRON HONESTO (2020)
pero todavía estamos esperando otro estreno titulado THE MARKSMAN (2021). Y ahora en
un extraño movimiento, ha llegado a Netflix THE ICE ROAD
(2021), pero no la busquéis en Netflix España, porque desconociendo el motivo,
no se ha estrenado en la plataforma, así que bendito VPN.
Una remota mina de diamantes ha colapsado dejando atrapados a un grupo de mineros en una región lejana y helada de Canadá. Como parte de un equipo contratado para rescatarlos, un experimentado conductor de camiones (Liam Neeson) emprende un rescate imposible, teniendo que luchar contra una carretera helada, contra las aguas que están descongelándose y contra una amenaza que no ve venir.
Una vez más, Liam Neeson interpreta a un solitario taciturno y gruñón; me encantaría verlo interpretar a un héroe de acción despreocupado uno de estos días. Es un camionero rudo y brusco que sigue perdiendo trabajos porque golpea a los camioneros que se burlan de su hermano con problemas mentales (Marcus Thomas). Queriendo conseguir suficiente dinero para comprar su propio camión, él y su hermano aceptan un trabajo peligroso en el norte para conducir hasta una mina de diamantes colapsada sobre el hielo derretido. Esta es una premisa genial, ya que los caminos de hielo (Ice Roads) son reales y esta idea es totalmente cinematográfica. Aunque es cierto que el guionista y director Jonathan Hensleigh no siempre tiene fe en su poderosa premisa.
Y no es por problemas de ritmo, ya que la historia funciona a “todo gas” y en ningún momento el espectador se aburrirá, ya que se encadenan secuencias de acción o tensión durante todo el metraje ya sea en el camino de hielo o en otras situaciones. El mayor problema aquí es que un villano se mete en la trama alrededor del final de primer tercio, lo que le da a Neeson la oportunidad de disparar y pelear a puñetazos, con el villano principal entre la galería de sicarios random que le acompañan. Aparte de la revelación del villano, que en ocasiones parece un Terminator, solo funciona como sorpresa y poco más, no es algo necesario en la historia, ya que el peligro de que se derrita el hielo y las calamidades de los camiones podrían haber hecho de esta una excelente película dentro del género de “desastres”. Lo que hace que tener un villano, convierte a la trama principal en algo secundario durante algunos tramos del metraje.
Aun así, es una película bastante entretenida de Neeson, ya que Hensleigh hace un buen trabajo transmitiendo el peligro del trabajo, así como el aspecto de los mineros atrapados. Neeson es confiable como protagonista principal. Darle un hermano lo humaniza y da la oportunidad de emocionarse un poco más de lo habitual (lo que hace a Neeson ser vulnerable). Laurence Fishburne tiene un papel que cumple como el jefe de la compañía de camiones que reúne a la tripulación de camioneros. Me sorprendió para bien la actuación de Amber Midthunder, que muestra algo de coraje como conductora de camiones que demuestra ser la única junto a Neeson con algo de valor ante la situación y que también tiene alguna escena de acción para ella.
En definitiva y resumiendo: THE
ICE ROAD es un buen entretenimiento
de serie B que respira aire noventero por todos sus poros. En ningún momento te
hace mirar el reloj por aburrimiento y hace que el espectador tenga algún
momento de tensión interesante. No va a cambiar la historia del cine ni tampoco
la carrera de Liam Neeson, pero sin duda durante 103 minutos,
tanto los fanáticos del actor como los amantes de la acción e incluso con pequeños
toques de cine de catástrofes, la película funciona en todo momento, pero
obvio, como entretenimiento para desconectar el cerebro.