Después de ganar en los premios Cesar mas de 7 galardones (incluyendo
mejor película y dirección) nos llega a nuestras pantallas la última película
del director Albert Dupontel (donde coescribe el guion y actúa)
titulada ADIOS, IDIOTAS (2020) y protagonizada por una de las actrices francesas
del momento Virginie Efira (POLICE, BENEDETTA).
Cuando Suze Trappet (Virginie Efira) se entera a los 43 años de que está gravemente enferma, decide ir en busca del hijo al que se vio obligada a abandonar cuando ella tenía 15 años. Su búsqueda administrativa le hará conocer a JB (Albert Dupontel) un cincuentón en plena depresión, y al señor Blin (Nicolas Marié) un archivero ciego con un entusiasmo impresionante. Los tres se embarcan en una búsqueda tan espectacular como improbable.
La historia en sí es bastante clásica y la hemos visto en multitud de ocasiones, pero ADIOS, IDIOTAS, también es una historia de cómo tres personas, descartadas por una sociedad que no tiene tiempo ni espacio para ellos, intentan dar sentido a sus vidas. Suze es una peluquera que padece una enfermedad autoinmune. Jean-Baptiste es un hábil pero un poco loco, especialista en informática que es despedido porque que es demasiado mayor y Serge, cuya carrera ha sido arruinada por la brutalidad policial, se ve obligado a trabajar en un archivo clandestino. La película reflexiona de manera sutil y cómica sobre una sociedad cada vez más absurda en la que las personas ya no saben cómo tratarse las unas a las otras. Los cambios se hacen solo para cambiar y no para mejorar, con el resultado de que la burocracia que corre desenfrenada paraliza a la sociedad. Finalmente, hay una nota crítica sobre la brutalidad policial cada vez mayor y que últimamente el cine francés le quiere dar cabida dentro de su propia cinematografía.
Dupontel subraya excelentemente el absurdo de nuestra sociedad, aspecto que en ocasiones me hacia recordar al cine de Wes Anderson. El conjunto se destaca por las excelentes interpretaciones de los personajes principales, el excelente trabajo de cámara y las invenciones gráficas de Dupontel. Un ejemplo de la alta calidad cinematográfica de la película tiene como protagonista unas escaleras de caracol aparentemente interminables, donde la cámara hace un efecto de desvanecimiento bastante logrado, siendo una metáfora de que nuestras vidas y el mundo que nos rodea, en más de una ocasión nos marea.
Dupontel realiza situaciones reconocibles de manera decisiva con el resultado de que el espectador soltara una carcajada y principalmente los fanáticos de la sátira apreciarán la película. Sin embargo, si no es fanático de este tipo de humor, la repetición de situaciones teatrales y los chistes que se les exprimen pueden volverse aburridos después de un tiempo. Quizás Dupontel quería poner demasiadas críticas a la sociedad en una película y hace que eso se sienta desequilibrado en cierta medida en la trama.
En definitiva y resumiendo: ADIOS,
IDIOTAS está dedicada está dedicada a
Terry Jones, miembro del grupo cómico británico Monty Python que falleció
en enero de 2020. Y eso deja claro por donde ira el tipo de humor de la
historia en todo momento y el director no lo esconde. Al fin de al cabo y
liderados por una excelente Virginie Efira, la película no deja
de ser un reflejo absurdo de la sociedad, y pasa de momentos cómicos a dramáticos
sin avisar (aspecto atrevido). Si el espectador quiere ver algo diferente y con
un estilo visual muy conseguido, sin duda pasaran un momento interesante con ADIOS, IDIOTAS.
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