Agustí Villaronga ha intentado durante años
trasladar a la gran pantalla la novela de “Oceano Mare” del autor Alessandro
Baricco, pero se encontró con que los derechos del libro estaban ya
comprados por la actriz y directora Angelina Jolie.
Pero Villaronga es un “viejo lobo de mar” y decidió que, si estaba comprada en
su totalidad, para ser convertida en un largometraje, sí que podía realizar al
menos unos de sus capítulos y convertirse en una obra teatral. Pero llego la
pandemia y Villaronga no se dio por vencido, así que, con escasos recursos,
rodada en pocos escenarios y con un elenco reducido, por fin pudo trasladar ese
capítulo, con un texto teatral, pero para ser convertida en una película, que
nos llega a las pantallas con el titulo de EL
VIENTRE DEL MAR (2021).
Junio de 1816. La fragata Alliance, de la Marina francesa, embarranca ante las costas de Senegal. Como los botes disponibles para la evacuación no son suficientes para acoger a todos los tripulantes, se construye una precaria embarcación en la que obligan a subir a 147 hombres: soldados, marineros, algún pasajero y unos pocos oficiales. El plan previsto es que los botes remolquen la balsa hasta la orilla, pero el pánico y la confusión se apoderan del convoy y cortan la soga de remolque, abandonando la balsa a su suerte. El hambre, la inclemencia del mar, la locura y una lucha encarnizada se desatan en aquella balsa a la deriva.
Lo admito antes de empezar con la crítica en sí: No soy nada fanático del cine experimental. Con esta confesión, es mas que posible que me este perdiendo grandes obras cinematográficas por utilizar este tipo de plasmar historias, en lo que resulta ser una mesa de laboratorio para que el director o directora se dedique a experimentar con diferentes aspectos, para así, realizar una película. EL VIENTRE Y EL MAR es un experimento fílmico, pero bastante consecuente con lo que esta realizando, sin tomar al espectador por idiota. Utilizando una fotografía en blanco y negro con pequeños destellos de color en algunas escenas, EL VIENTRE Y EL MAR parece mas una obra de teatro que simplemente ha sido grabada para difundirse en formato multimedia. Y esta tan arraigada a ello, que, si no eres un apasionado de monólogos interiores de personajes, o una escasa producción técnica, te pueda resultar algo difícil de visualizar a pesar de sus escasos 76 minutos de duración.
Utilizando el naufragio como hilo conductor, el director se vuelve un poco “moderno” (no como expresión negativa) de intentar comparar lo que ocurrió en ese siglo XIX con lo que sucede hoy en día con la inmigración ilegal por mar, intercalando imágenes de la propia película con fotografías de pateras y gente que intenta sobrevivir, como ocurrió en la fragata Alliance. Pero de forma positiva Villaronga no utiliza estas comparaciones en demasiadas ocasiones, cosa que agradezco para no pasar la línea del pedantismo.
En el tema de las actuaciones, no hay nada que objetar, ya que el duelo actoral entre Roger Casamajor y Òscar Kapoya es excelente. Como Savigny y Thomas, personalidades diferente que no les queda otra que sobrevivir en un naufragio, en un juego de desconfianzas, siendo un ring dialectico que ambos actores realizan con maestría, haciendo que EL VIENTRE DEL MAR gane puntos debido a un guion directo.
En definitiva y resumiendo: EL
VIENTRE DEL MAR es una película artística
que juega fuera de lo comercial, y mas bien es un retrato intimista sobre la supervivencia,
con un estilo visual en blanco y negro, siendo una historia que no va a ser
para gusto del todo el mundo, pero seguramente para los fans de Villaronga
será una experiencia y todo amante de las obras teatrales clásicas seguramente
disfrutará. Aunque yo sinceramente, no la vuelva ver nunca más, ya que me ha
resultado.
Disfruta del estreno de EL VIENTRE DEL MAR a partir del 12/11 en CINEMES LAS VEGAS si eres de Figueres o alrededores.