Tailandia tiene una creencia en lo oculto bastante alta ya
que el ocultismo es en realidad parte de sus creencias religiosas. El pueblo
tailandés reza a los dioses. Pidiendo bienestar, salud y suerte. Los chamanes
son intermediarios entre la gente y sus dioses, donde el solo hecho de negarse
a ser un chamán significa negarse a creer en los dioses, y esa es una mala
acción que traerá desgracias para el/ella y su familia. Esto es exactamente lo
que sucede en la película THE MEDIUM (2021), una coproducción de terror realizada entre Tailandia
y Corea del Sur y que venia con la frase de “La película más terrorífica del
año”.
La historia de la herencia de un chamán en Tailandia del Nordeste. Lo que podría estar poseyendo a un miembro de la familia puede no ser la Diosa que se imaginan que es.
La narración utilizada por el director Banjong Pisanthanakun (SHUTTER) en THE MEDIUM es el estilo de falso documental. Seguimos la vida de Nim (Naranya Gulmongkolpech) mientras es grabada por varios cámaras que quieren investigar la profesión de chamán como una antigua tradición en Tailandia. Y definitivamente el estilo de falso documental no funciona como narrativa para el largometraje, que hubiera sido mejor con un estilo más cinematográfico. Pero el director parece tener un profundo respeto por la profesión de chaman, a través de los diálogos que se forman mientras se entrevista a los diferentes miembros de la familia de Nim, así como las diversas percepciones que tienen de su trabajo.
Que el trabajo de un chamán tiene sus propias cargas, responsabilidades y dificultades. Vemos a Nim, que no está casada, viviendo sola en lugar de sus dos hermanos que viven juntos en la misma casa en otra parte de la ciudad. Nim no es un personaje versátil, que tiene hechizos poderosos, con fascinantes bailes rituales. Cuando Nim está trabajando, lo que sentimos es vulnerabilidad. Además, el drama entre Nim y las familias de sus respectivos hermanos agrega capas a la imagen del chamán. Y bajo mi opinión, creo que THE MEDIUM es una especie de critica hacia la gente que se burla del trabajo de estas personas, dando a entender que la obra religiosa ya no se trata ni se acepta como se debería.
El estilo de falso documental se utiliza al máximo. Porque con este concepto lo que vemos se limita a lo que registra la cámara en la narrativa, la información que obtenemos tampoco puede ser más que la del camarógrafo y ese misterio en diferentes escenas (como la de la estatua) elevan la tensión para el espectador, aparte de una atmosfera bastante malsana y que funciona durante todo el metraje. Uno de los retos de un documental falso es dar con una razón comprensible por la que hay una cámara y THE MEDIUM acierta en donde saber colocar la cámara. Y cuando no se puede utilizar la persona del camarógrafo entonces la película no duda en cambiar a las imágenes de las cámaras de seguridad de diferentes lugares. Y en realidad, es en este juego de trucos de cámara donde la película gana fuerza y también se utiliza para realizar algún “jumpscare” de manual.
Dentro del ámbito del terror, la película se lo guarda “casi” todo en su clímax, y no duda en mostrar sangre, escenas repugnantes y hasta escenas sádicas. Y hay dos escenas que a mí personalmente, me provocaron bastante malestar. Con la atención puesta en el diseño del estilo documental para que sea efectivo para la narrativa dentro del género del terror, la película inevitablemente se olvida de la estructura narrativa. THE MEDIUM se hace bastante larga, con un problema de ritmo bastante serio en el segundo acto, cuando la película comienza a sentirse como un bucle que repite escenas que son básicamente soluciones para el personaje que esta poseído y donde todas fallan con diversas variaciones. Después como falso documental, hay momentos donde simplemente Nim va de un lado a otro sin ningún tipo de explicación, solamente seguimos sus acciones. Para la mayoría de los espectadores, no sabemos qué significa un huevo cuya yema es negra. Solo vemos a Nim reaccionar ante ello. Existe la impresión de que la película en sí no lo sabe realmente, y solo lo hace para detener el misterio. Un misterio que, por cierto, juega a la carta fácil del giro de guion o sorpresa que no se espera el espectador, pero que al final seguimos teniendo casi las mismas preguntas sin respuestas.
El guion no termina con un sentimiento de satisfacción al menos por mi parte. Todo el tercer acto, como he comentado antes, es cuando realmente se puede presenciar un largometraje de terror, que seguramente les parecerá genial a los fanáticos de este género, pero el guion se convierte en una “fanfarria”. Demasiados elementos lanzados de pronto que suceden sin ninguna preocupación por los conflictos que hemos tenido que visualizar durante casi 90 minutos. Es como si al director le recordaran los productores: “Oye que esto es una película de terror, no un drama”. Lo que me parece, una inconsistencia, y de hecho es casi como si la película no supiera cómo terminar la historia correctamente.
En definitiva y resumiendo: THE
MEDIUM es aceptable, pero poco más.
Como “pasaje del terror” funciona. Pero los dramas personales no acaban de ser
rematados debido a que simplemente había que meter terror y punto. El estilo de
narración como falso documental funciona en un inicio, pero después se vuelve
pesado y más con la falta de una consistencia en la construcción total de la
historia. Si quieres ver una historia sobre chamanes y creencias más sólida y
madura, la encontrarás en EL EXTRAÑO (2016) que justamente en de nacionalidad sud coreana.
Efectiva solo como una película de terror en ciertas partes, THE MEDIUM como bien
indica su título, se queda en el “Medium” de todo y sinceramente, la publicidad
de “La mejor película de terror del año” no es merecida.