2022 no fue un año tacaño en lo que se refiere a películas de
terror con altas dosis de sangre. Se
estreno LA MATANZA DE TEXAS, que, a pesar
de ser una película directa a Netflix, no escatimaba en momentos gore, también TERRIFIER 2 puso el
listón alto, con el regreso del payaso Art en un splatter festivo (que aún no
he visto). Pero el panorama asiático no se quedaba tampoco atrás, ya que un año
antes, tuvimos la grata experiencia de THE SADNESS (2021) una autentica locura con momentos que nunca se
irán de la memoria del espectador. Estaba claro que si la anterior película citada,
fue un disfrute en el festival de Sitges, en el 2022, la película que se
anunciaba que iba a recoger el relevo venia desde Corea del Sur y se titula PROJECT WOLF HUNTING (2022).
Aunque un servidor iba con la nariz un poco arrugada, ya que no soy muy amigo
de las comparaciones, tengo que decir que me alegre de haberla visto, y que se
estrene en las carteleras españolas. Sin duda, el largometraje es una montaña
rusa que te llenara de sangre hasta las puntas del cabello.
Septiembre de 2021. Un grupo de peligrosos delincuentes coreanos tiene que ser trasladado en un buque de carga de Manila a Busán. Los acompañan a bordo el capitán de la policía coreana Suk-woo y otros 22 detectives experimentados, cada uno con al menos 10 años de experiencia investigando crímenes violentos. Pronto, la prisión flotante abandona el puerto y comienza su camino hacia Corea. Los prisioneros están fuertemente custodiados y todo está tranquilo a bordo hasta que los criminales inician un motín.
La trama por sí sola es tan maravillosamente simple y estúpida que es una alegría: se supone que los malvados criminales (muchos de ellos pervertidos, sociópatas, totalmente locos o, en el peor de los casos, todos juntos) son transportados a Corea del Sur en un buque de carga desde... no importa en absoluto, ya que todo se pretende como una película de acción. Los criminales acaban liberándose y haciéndose con el control del barco. Todo espectador puede esperar que el héroe o antihéroe de turno salve la situación y elimine a este grupo de impresentables, pero después de una hora de metraje, se suma a la ecuación un elemento que pondrá todo patas arriba, donde no hará diferencia entre buenos y malos. Su único interés es masacrar incesantemente, despiadadamente y de manera muy efectiva y lo mas sangrienta posible para el deleite del espectador amante de las emociones fuertes.
Pero PROJECT WOLF HUNTING antes de la entrada del elemento sorpresa, es un auténtico baño de sangre ya que la fuga de los prisioneros y su toma del barco es un frenético frenesí de violencia. Cada parte del cuerpo será cortada, aplastada o perforada al menos una vez. El equipo utilizado para esto va desde cuchillos, tuberías, hachas, los simples puños o las armas de fuego. La pantalla ya estará teñida de rojo y, sin embargo, el director y guionista Kim Hong-sun todavía se supera en la segunda mitad del metraje.
No importa cuán crueles sean las atrocidades, las muertes se exageran constantemente hasta el punto de que no se puede negar que todo tiene un valor de entretenimiento absurdo. Algunas de las muertes son bastante creativas, y por más falsas y tontas que parezcan, la anticipación de la próxima muerte siempre se supera. También es notable que los creadores se tomen su historia relativamente en serio. No hay autorreflexión irónica. Hay un enfoque riguroso por parte del director en un mensaje hacia el espectador que es: “tómalo o déjalo”. Una mentalidad que se adapta bien a la película. No se hace ningún intento de aumentar el terror cinematográfico, o de encontrar alguna profundidad percibida en todo el lío. PROJECT WOLF HUNTING es simplemente un exceso loco y sin sentido.
Este absurdo es la gran ventaja, pero también una gran desventaja. Porque a pesar de lo agradable que es, lo segura de sí misma, casi insensible, la película transmite su historia pero que al final el guion del director Kim Hong-sun no logra tener un final satisfactorio. En el último tercio se instalan flashbacks inútiles y debidamente explicativos y los personajes se posicionan en el centro de la trama, aunque ya es demasiado tarde para su desarrollo. Realmente no parece un gran plan narrativo bien pensado, sino más bien un intento bastante incómodo de ocultar el hecho de que no fue suficiente para un final real, incluso si existiera una u otra idea. En retrospectiva, es un poco decepcionante y rebaja la diversión. Es como un postre decepcionante de una comida abundante. Sin embargo, las posibles ideas de ese final pueden dar a otras historias que pueden ser igual de locas, todo depende de si se le dará al director una oportunidad para crear otro relato dentro de este sangriento universo.
En definitiva y resumiendo: PROJECT
WOLF HUNTING no es un nuevo referente
dentro del cine de terror, ni tiene un significado profundo, ya que es un
autentico baño de sangre que se lanza hacia la mirada de los espectadores. Una película
simple en historia, pero muy satisfactoria para los amantes del gore y las
muertes más truculentas, pero que desafortunadamente tropieza en un final
desordenado. Pero sin duda, es una grata diversión sangrienta, y eso es lo que
importa.