Creed III (2023)

 

En algún momento tocaba que la nueva generación tomara por fin el relevo. Esto se puede aplicar en varios puntos en CREED III (2023). Si bien CREED (2015) y CREED II (2018) todavía trataban de que la leyenda del boxeo Rocky Balboa (Stallone) se convirtiera en el mentor de Adonis Creed (Michael B. Jordan) y allanara su camino hacia la cima, ahora el propio Creed está asumiendo este papel. Pero también hay un cambio en la silla del director: Michael B. Jordan ocupa su lugar por primera vez y así debuta como director. Pero cualquiera que piense que habrá cambios significativos en la parte nueva, un reboot (por así decirlo), se equivocan. En cambio, Jordan toma el camino tradicional, lo que funciona muy bien en algunos lugares, pero no tanto en otros.

Después de dominar el mundo del boxeo, Adonis Creed (Michael B. Jordan) ha progresado tanto en su carrera como en su vida familiar. Cuando Damian (Jonathan Majors), un amigo de la infancia y antiguo prodigio del boxeo, reaparece después de cumplir una larga condena en prisión, Adonis Creed quiere demostrar que merece una oportunidad en el ring. El enfrentamiento entre estos antiguos amigos es algo más que una simple pelea.

En lo referente en las escenas de boxeo, se nota mejor la dirección cuando B. Jordan no este presente en dicha pelea. Cuando el personaje de Damian sube al ring por primera vez, se destaca por su violencia y realismo. Pero cuando llega la pelea final, que todo espectador espera, B. Jordan no es capaz de ser creíble, y utiliza un elemento visual que me hizo desconcentrarme por completo. Sin duda Jonathan Majors, quien actualmente está realizando papeles de antagonista, vuelve a demostrar por qué es una de las estrellas del momento. Hay algo muy intimidatorio cuando esta frente a sus oponentes. Y también algo amenazante: su carácter demuestra en varias ocasiones que está dispuesto a llegar a los extremos para sacar adelante sus intereses. Explota sin piedad las debilidades, ya sean físicas o psicológicas. Su brutalidad desenfrenada contrasta con un Adonis que se tiene que controlar por sacar adelante sus negocios y su familia.



Pero un aspecto interesante en CREED III es que el personaje de Damian no es en realidad un antagonista sin más. Más bien, resulta ser una figura bastante trágica. Sin embargo, esta es una espada de doble filo. Por un lado, por supuesto, siempre es preferible que el oponente no sea solo un tipo malo, sino que tenga un poco más de profundidad para demostrarlo. Sin embargo, también significa que en CREED III el espectador no esté totalmente en contra suya. Incluso si Adonis realiza un “sprint final” y pelea contra su viejo amigo, las simpatías se encuentran más con el desvalido, que lucha por una nueva vida, lejos de la prisión. El guion realiza un par de puntos, para que el personaje no enfatice con él. Pero eso realmente no funciona porque no se implementó de una manera particularmente creíble y parece mas un recurso sacado de la chistera.



En general, el contenido es cuestionable en muchos momentos. Hay decisiones del personaje principal que tienen una justificación tan poco plausible como la reacción de su propia mujer Bianca (Tessa Thompson). Durante gran parte del metraje, Bianca habla con firmeza en contra de la violencia, pero luego cambia de opinión espontáneamente. Eso no encaja con el personaje y solo causa estupor al espectador. Las situaciones familiares y dramáticas que se construyen en CREED III solo juegan de una manera para manipular al espectador, pero cómo la escala dramática esta tan poco construida, no consigue ese efecto, pero al cambio consigue el del tedio. Pero de todas formas, los espectadores (en los que me incluyo) no van a ver una historia bien construida cuando compran su entrada para CREED III. Pero si eres generoso con ciertos elementos, puedes esperar buenas peleas y un elenco que funciona. Como director debutante, Jordan tiene un buen inicio y siento curiosidad por otros trabajos que pueda realizar, pero al ser posible, con un mejor guion.



En definitiva y resumiendo: El debut como director de Michael B. Jordan es prometedor. Aparte de una escena muy extraña durante la pelea final, CREED III complace con sus peleas bien organizadas visualmente y su fantástico elenco. En cuanto al contenido, por otro lado, tienes que dejar ciertos reclamos en casa cuando muchas cosas no son plausibles y te sorprendes cruzando los dedos por el antagonista a pesar de todo.