Si hubo dentro de las nominaciones a los premios Oscar de
2022, fue la nominación de Andrea Riseborough a mejor actriz, por
el largometraje titulado TO LESLIE (2022) que sinceramente, desconocía su existencia. Pero
la película, que es el debut en la dirección de Michael Morris,
tiene ese interés por la academia, de nominar en algo, a la típica película
(los suficientemente) independiente que hay tenido una mínima campaña de
marketing y una atención, después de la nominación de Riseborough. La
pregunta es: ¿Merece la pena TO LESLIE?
Basada en hechos reales, cuenta la historia de Leslie (Andrea Riseborough) una madre soltera del oeste de Texas, que hace seis años ganó la lotería, pero rápidamente despilfarró el premio, gastándolo todo en fiestas y alcohol. Desahuciada, acude a su hijo en un intento de recuperar el rumbo de su vida.
Desafortunadamente la respuesta es No. El director Michael Morris no logra escapar (o ni lo intente) de las conocidas patologías graves de estos dramas estereotipados. Los pilares de la película (el montaje y la fotografía) son tan inmunes como la supuesta profundidad de la protagonista, cuyo personaje es el motor de la trama. El ritmo de la película es desigual y a la vez predecible, estando el espectador sometido al trillado descenso de mal en peor de la protagonista, hasta la aparición del personaje (alivio cómico y salvador), las secuencias de humor donde la protagonista lucha consigo misma con voluntad de hierro, la duda y el "punto de inflexión" justo antes del tercer acto, con un final que intenta que el espectador reflexione. Aunque la producción es suficiente, la total falta de creatividad a todos los niveles arroja algunas dudas sobre el progreso del cine independiente que logra de la percepción general, para convertirse en un cuento moral que pretende dar lecciones a los espectadores, sobre el verdadero realismo que puede sucederles a las personas.
Mi problema con TO LESLIE es que su representación del "realismo", que en otras películas de este género se utiliza con un fin sobre sí mismo, que se extiende más allá de lo artístico e intenta tocar temas políticos. La historia se describe como "real y cruda” debido a su descripción de los tiempos difíciles por los que atraviesa Leslie. Pero esta representación es la forma estereotipada, olvidada y rancia que Hollywood pretende imponer en este tipo de dramas independientes. La historia termina siendo una parodia de la clase trabajadora que pretende glorificar, donde siempre encontraras a un buen samaritano con paciencia y dinero que te ayudara. Pero, obviamente, solo se ha reconocido el gran trabajo actoral que realiza Andrea Riseborough, que demuestra en cada escena lo buena actriz que es, a pesar del nefasto guion y que posiblemente se le haya nominado ya que esta encadenando buenos papeles en otros largometrajes.
En definitiva y resumiendo: El director Michael Morris
muestra la habilidad para la manipulación del lenguaje cinematográfico, pero, bajo
mi opinión, noto demasiado deprisa cuando me intentan vender algo que realmente
no puedo comprar, que, en este caso, es el guion desastroso que firma Ryan Binaco. Tiene un inicio que puede dar a opciones mas interesantes,
pero que nunca suceden, porque acaba siendo un ejemplo típico del cine social (mamarracho)
contemporáneo, con su drama exagerado hasta limites insospechados. Solamente es
visible por la actuación de Andrea Riseborough. Ojalá haya gente
que la disfrute, como los americanos, que les encantan estos folletos de baja
estofa, pero en mi caso, no es así.