Terrores Nocturnos: Pesadilla en Elm Street 4: El amo del sueño (1988)

 

La tercera secuela del clásico de género PESADILLA EN ELM STREET 4: EL AMO DEL SUEÑO (1988) no solo fue la parte de mayor éxito comercial de toda la serie, sino que finalmente dirigió la saga en una dirección no necesariamente ventajosa, pero sí muy lucrativa. La transformación del enojado hombre del saco Freddy Krueger ( Robert Englund ) a la aclamada estrella del pop. Un desarrollo que muchos fans de la original todavía no pueden perdonar eso a día de hoy. Con todas las críticas justificadas de esta venta total al diablo del éxito, una cosa en particular debe reconocerse con cierto respeto por toda la franquicia y esta parte: Cada nueva PESADILLA EN ELM STREET fue una sorpresa para el espectador y tiene su originalidad, aunque a veces no funcione. Sin duda la cuarta entrega es el de la generación MTV y eso resulto ser un éxito innegable.

Freddy Krueger vuelve a la vida después de su aparente muerte en la entrega anterior y comienza a matar a los chicos que viven en Elm Street. Pero, Kristen, capaz de atraer a los demás dentro de sus sueños, le concede este poder especial a su amiga Alice. Sin embargo, ésta se da cuenta de que Freddy está sacando partido a este extraño poder...

Hay una cierta cantidad de potencial en esta película, que en realidad se entregó demasiado a la ligera. Fue dirigida por el director Renny Harlin en sus primeros pasos en Hollywood, lo que le llevó a realizar dos años después  LA JUNGLA DE CRISTAL 2. Brian Helgeland, quien recibió el merecido Oscar en 1998 por su brillante adaptación al guion de L.A CONFIDENTIAL , fue el principal responsable del guion . Bueno, eso, por supuesto, no está ni remotamente claro en esta película. Siguen apareciendo situaciones llamativas, estéticas y al menos visualmente creativas. Pero lo que es aún más claro: la velocidad a la que se creó. La película se crea en torno a puntos individuales que captan la atención de todos. Cómo llega de A B a Z es extremadamente conveniente. Básicamente, una formula que esta probada y que funciona como una “fabrica de churros”. Especialmente después del enfoque extremadamente positivo de su predecesora, ya que en comparación con el ingenio original, la cuarta entrega parece un paso en la dirección equivocada, ya que solo el aspecto comercial debe canibalizarse lo más rápido posible.



La ruptura comienza con la aparición de Freddy Krueger. Siempre escenificado deliberadamente de la manera más icónica posible y sin perder nunca una frase ingeniosa, el icono del terror se transforma en un tipo que suelta bromas y en ocasiones, realiza payasadas. De acuerdo con el ambiente general, que por un lado captura perfectamente el espíritu de la época de finales de los 80. Incluyendo peinados llenos de laca para, una banda sonora pop lista para vender discos y lanzar videoclips. A más tardar, cuando Freddy con gafas de sol en la playa realiza un homenaje a TIBURON, la sensación del originalidad finalmente se acaba. Ya no hay absolutamente nada espeluznante, aterrador o incluso perturbador. Es simple entretenimiento. No importa la historia, el personaje (Freddy) es la marca .PESADILLA EN ELM STREET 4 no es en realidad una película de terror si defines el género de una manera muy clasista. Es un acto de espectáculo para el espectador.



Decepcionante desde ese punto de vista, pero al menos con unos valores de entretenimiento que no conviene subestimar. La naturaleza deliberadamente siniestra de Freddy Krueger definitivamente no es uno de esos valores. Son mucho más los escenarios imaginativos, los efectos visuales y a veces extraños, la creatividad en los asesinatos etc. Los últimos 20 minutos en particular elevan significativamente el largometraje. Las dos secuencias de “body horror” presentadas aqui son tan retorcidas que el producto en general casi vale la pena solo por esas dos escenas. Aunque… con verla una vez, es suficiente.



En definitiva y resumiendo: PESADILLA EN ELM STREET 4: EL AMO DEL SUEÑO es totalmente un videoclip de la MTV, algo que consiguió que tuviera tanto éxito. Freddy Krueguer lanzado totalmente al estrellato como icono pop, y alejado de ese ser terrorífico que fue. La historia tiene algún momento interesante, igual que las muertes que se muestran en pantalla, pero todo se nota muy prefabricado para ser estrenado lo antes posible. La calidad deja que desear en términos de terror, pero comparado a las siguientes entregas, ojala fueran todas como esta cuarta entrega.