60 Minutos (2024)


El Séptimo Arte se engalana con la llegada de una producción germana que irrumpe en el dominio declaradamente hollywoodense de la acción coreografiada: "60 MINUTOS" (2024) intenta ser una odisea cinética que nos transporta a las entrañas de un Berlín estilizado y adrenalítico.

El luchador de MMA Octavio sólo tiene una hora para acudir al cumpleaños de su hija, de lo contrario podría perder su custodia para siempre. Pero para conseguir su objetivo, deja que se desencadene una gran pelea, que no gusta a los más turbios personajes. En la persecución de Octavio, la despiadada carrera contrarreloj pronto llevará al joven padre hasta sus límites. 
Atestiguamos el despertar del género en Alemania, una tierra donde las cintas de acción con métricas marciales de envergadura son tan escasas como perlas en una playa. "60 MINUTOS", bajo la insignia de Nocturna Productions, manifiesta un interés temerario en la narrativa nacional de embestidas y golpes. Al fusionar talento local como el de Oliver Kienle en la dirección y Emilio Sakraya en un tour de force protagónico, el filme ofrece una rapsodia de acción visceral que honra su denominación, estrenándose directamente en el servicio de streaming de Netflix. Aunque el principal problema es que las ideas y perspectivas están llenas de clichés y giros previsibles, sus combates y acrobacias se alzan, gracias a una troupe diestra en la dialéctica del puño y la patada.



En esta carrera contra el tiempo que tiene el protagonista para llegar a su destino, tempo que se desangra con crueldad en la esquina digital de la pantalla, hallamos a Sakraya, cuya experiencia marcial se despliega con suficiencia en las coreografías, tanto sanguinolentas como técnicamente embriagadoras. Su entrega, si bien concentrada en lo físico, se ve mermada por una actuación de "cartón piedra" y diálogos repletos de juramentos que corresponden a una floja necesidad dramática más que a una exploración de la profundidad del personaje.


Por otro lado, la inclusión de Dennis Mojen ("Dream Factory") y Paul Wollin, provee un linaje de estereotipos criminales que, aunque puedan traer a la memoria los arquetipos clásicos del cine de gánsteres, están a merced de unas líneas que alternan entre lo absurdamente absurdo y lo involuntariamente cómico. La berlinesa Marie Mouroum se alza como una grata presencia, expuesta como una contienda desperdiciada en el tablero de piezas que integra "60 MINUTOS". Al estar envuelta como stunt en largometrajes como "VENGADORES: INFINITY WAR" (2018) y "SIN TIEMPO PARA MORIR" (2012), su capacidad para el combate en pantalla clama por más atención, la cual lamentablemente se concede con gotero.



En definitiva y resumiendo: "60 MINUTOS" es una oda a la acción contemporánea, inyectada de astucia marcial pero tan atada al recurso repetitivo de otros largometrajes de origen americano. Con una historia que se toma demasiado en serio, llegando a ser floja y con poco interés narrativo, m puedo permitir recomendarla, pues su ejecución en la coreografía de las artes marciales es un fehaciente testimonio del esmero y la habilidad que anidan en el cine alemán, a menudo subestimado en este enclave de la producción cinematográfica del propio país, y sobre todo, un salvoconducto para una tarde donde el espectador no tenga nada mejor que ver.