Radical (2023)

"RADICAL" (2023), la más reciente incursión cinematográfica de México en el terreno de las historias de impacto social, llega a las pantallas bajo la batuta del director Christopher Zalla. La película, basada en hechos reales, que cuenta con la firme actuación de Eugenio Derbez en el papel de Sergio Juárez, nos sumerge en las agitadas aguas del sistema educativo del país, presentándonos una narrativa que se construye alrededor de un educador y su novedosa forma de enseñanza.

Basada en una historia real, cuenta la historia de un maestro de una ciudad fronteriza mexicana llena de abandono, corrupción y violencia, que prueba un nuevo método radical para desbloquear la curiosidad y el potencial de sus alumnos, y puede que incluso su brillantez.

La esencia del film se centra en la figura de Juárez, interpretado por Derbez, un maestro radical que interviene en la rutina de una escuela elemental en la desposeída región de Matamoros, Tamaulipas. Este educador, enfrentándose a un entorno educativo muy lejos de ser ideal—desgastado por la violencia, la pobreza y una alarmante falta de opciones para el desarrollo de sus alumnos—, se propone encender la chispa del interés y desatar las potencialidades de los jóvenes estudiantes a través de la música, el teatro y la sensibilización hacia la creatividad. Con un subtexto clamoroso, "RADICAL" lleva a pantalla grande el precario escenario que enfrenta la educación pública en México, marcada por una deficitaria asignación de recursos, un exceso de responsabilidades para los docentes y una perceptible negligencia por parte de las instituciones gubernamentales, elementos que sentencian a muchos jóvenes a un futuro limitado. Dentro de este escenario desfavorable, el personaje de Juárez se erige como un haz de luz con el potencial de guiar a sus estudiantes hacia la superación y el crecimiento colectivo.

Pese a su ímpetu transformador y un mensaje que aboga por la reinvención y la renovación de la esperanza, "RADICAL" no se libra de puntos críticos. La cinta ha caído bajo el escrutinio por su aproximación narrativa, la cual tiende hacia lo previsible y emotivo en exceso, a través de personajes que parecen desfilar dentro de moldes ya conocidos y escenas que penden del sentimentalismo. Asimismo, el ritmo de la trama no escapa de cuestionamientos, con segmentos que parecen exceder lo necesario y algunos pasajes que se perciben como forzados. A pesar de sus deficiencias, "RADICAL" sí acierta en otras facetas, como la representación visual de la realidad escolar y un montaje dinámico. Un elemento resaltante es la banda sonora de Michael Brook, que destila optimismo y esperanza en sus compases.


En el enfoque actoral, Derbez logra desprenderse de su talla cómica para personificar a Juárez con sutileza y un amplio rango emotivo. La actuación infantil también merece elogios, con interpretaciones que reflejan genuinamente las experiencias personales de cada uno de los pequeños personajes. Las repercusiones de "RADICAL" trascienden la pantalla, agitando un debate sobre la urgencia de reformar el sistema educativo del país y utilizando la anécdota de Juárez como un impulso para dar a conocer las carencias de la educación pública, fomentando la discusión sobre el valor de la educación como facilitador del desarrollo de competencias creativas y el reconocimiento del potencial individual.

En definitiva y resumiendo: "RADICAL" es una cinta con resultados mixtos: por un lado, cumple su cometido de inspirar diálogo y concienciar sobre el papel de la educación como instrumento de transformación social; por el otro, su narrativa se ve frenada por convencionalismos, un indeclinable toque melodramático y situaciones y personajes que son clichés de este tipo de largometrajes. Es un largometraje típico y tópico, pero que puede se entretenido para un espectador poco exigente.