The Beast (2023)

 

"THE BEAST" (2023), del director Bertrand Bonello, emerge como un tapiz cinematográfico intrincado y cautivador, que entrelaza ciencia ficción, romance y drama de época con una destreza que desafía las convenciones genéricas. Inspirada libremente en la novela de Henry James "La bestia en la jungla", la película se sumerge en una exploración audaz de la identidad, el deseo y la naturaleza mutable de la realidad, todo ello enmarcado en una narrativa que trasciende el tiempo y el espacio.

En un futuro cercano, donde la inteligencia artificial reina, las emociones se han convertido en una amenaza. Para librarse de ellas, la joven Gabrielle decide purificar su ADN en una máquina que la sumergirá en sus vidas pasadas. Allí se reencuentra con Louis, su gran amor. Pero está abrumada por el miedo y por la sensación de que la catástrofe se avecina. Un historia ambientada en tres períodos distintos: 1910, 2014 y 2044.

En el corazón de esta odisea fílmica se encuentra Léa Seydoux, cuya interpretación de Gabrielle es un tour de force actoral que trasciende la mera representación para convertirse en una encarnación viviente de la complejidad emocional y la vulnerabilidad humana. Seydoux se sumerge en las profundidades de su personaje con una intensidad visceral, capturando la esencia de una mujer atrapada en un torbellino de pasiones y anhelos contradictorios. A través de su mirada, sus gestos y su presencia magnética, Seydoux transmite una gama de emociones que oscilan entre la esperanza y la desesperación, la pasión y la resignación. Su actuación es un ballet de sutilezas, donde cada matiz, cada inflexión de voz, revela capas ocultas de significado. Seydoux no solo interpreta a Gabrielle, sino que la habita, permitiéndonos vislumbrar su alma atormentada y su búsqueda incesante de amor y conexión.


La química en pantalla entre Seydoux y George MacKay, quien interpreta a Louis, es palpable y electrizante. Juntos, crean una danza de seducción y rechazo, de atracción y temor, que mantiene al espectador en vilo. La tensión sexual y emocional que se genera entre ellos es un motor narrativo que impulsa la trama hacia adelante, mientras exploramos los límites del amor y la obsesión. El director Bertrand Bonello demuestra una vez más su maestría en la creación de atmósferas oníricas y perturbadoras. La fotografía, la música y el diseño de producción se combinan para crear un universo visual y sonoro que envuelve al espectador en una experiencia sensorial única. La película se mueve entre diferentes épocas y escenarios, desde un futuro distópico hasta un pasado romántico, con una fluidez que difumina las fronteras entre la realidad y la fantasía.

"THE BEAST" es una película que desafía las expectativas y exige una participación activa del espectador. No se trata de una historia lineal con un final predecible, sino de una exploración poética y filosófica de temas universales como el amor, la pérdida y la búsqueda de sentido en un mundo incierto. La película nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia, sobre nuestras elecciones y sobre el impacto que nuestras acciones tienen en los demás. Sus puntos débiles, es una excesiva duración donde se repiten ciertos elementos, y un tramo final que pretende homenajear a otro director de cine, y que, dicho homenaje podría haber sido un mero ícono visual que no, una introducción a la narrativa final.


En definitiva y resumiendo:, "THE BEAST" es una obra cinematográfica que tiene momentos audaces  y fascinantes, que trascienden las limitaciones del género para convertirse en una experiencia emocional y sensorial. La actuación de Léa Seydoux es el alma de la película, una interpretación magistral que eleva la narrativa a nuevas alturas. Bonello demuestra su talento como director visionario, creando un universo cinematográfico que desafía las convenciones y nos invita a explorar las profundidades de la condición humana, donde el espectador es el que decide si quiere entrar en ese universo desafiante o por lo contrario, le parece un soberano aburrimiento pedante.