Ballerina (2025)

 

BALLERINA dirigida por Len Wiseman, es el tipo de película que no intenta reescribir el libro del cine de acción, pero sí subraya con fuerza por qué seguimos abriendo sus páginas. Situada entre los eventos de JOHN WICK CAPITULO 3: PARABELLUM (2019) y JOHN WICK 4 (2023) expande el universo Wick con ritmo, estilo y, sobre todo, una nueva protagonista que no necesita imitar a nadie para brillar: Ana de Armas.

Eve Macarro (Ana de Armas) es una asesina entrenada por la Ruska Roma desde su infancia, la misma organización criminal encargada del adiestramiento de John Wick (Keanu Reeves) En esta violenta historia de venganza, Eve intentará por todos los medios averiguar quién está detrás del asesinato de su padre. En su lucha por conocer la verdad, tendrá que atenerse a las normas de la Alta Mesa y, por supuesto, a las del Hotel Continental, donde descubrirá que existen secretos ocultos sobre su pasado.

La historia, escrita por Shay Hatten, no inventa nada nuevo, pero todo tiene una gran solidez. Es una trama clásica de venganza, sostenida por un ritmo trepidante y momentos breves pero efectivos de introspección. Eve no solo quiere respuestas: quiere liberar su furia y encontrar sentido en medio del caos que la rodea. La película no se detiene a filosofar, pero deja espacio para que el espectador conecte con su protagonista, algo que consigue con creces.


Y lo que realmente distingue a BALLERINA es que es un festín visual y cinematográfico, que pide disfrutarse en la pantalla de cine mas grande que se pueda. Len Wiseman, con su experiencia en UNDERWORLD (2003), aporta una dirección dinámica que captura la esencia del universo de John Wick en todo su esplendor. Las secuencias de acción son puro virtuosismo. Desde una brutal pelea sobre hielo, la iconica escena que tiene que pasar en un club a ritmo de música, hasta un duelo donde un lanzallamas es el total protagonista, la película encuentra siempre una forma creativa de desatar el caos de una manera magistral y con una violencia grafica exagerada. Es acción a la vieja escuela, sin exceso de CGI, pero elevada por una estética que ya es marca registrada del universo Wick: luces de neón, sombras profundas, cámaras que saben cuándo quedarse quietas y cuándo "bailar" con los personajes. La fotografía de Romain Lacourbas es impecable. Cada encuadre es una postal oscura y estilizada. La música de Tyler Bates y Joel J. Richard añade el pulso necesario y con un cierre en los créditos finales a ritmo de la canción "Fight like a Girl" en la unión de Evanescence y K.Flay, para que ya salgas "engorilado" de la sala del cine.


Ana de Armas es la dueña de la pantalla. No es solo físicamente convincente: transmite una mezcla de fragilidad contenida y determinación feroz que hace de Eve un personaje que queremos seguir viendo. No necesita grandes discursos; le basta con una mirada y una patada precisa para contar su historia. Ya había mostrado sus credenciales en SIN TIEMPO PARA MORIR (2021), pero aquí se consolida como figura central de acción y lo hace de una manera que directamente quita el hipo. El reparto acompaña con solvencia. Anjelica Huston retoma su papel como la Directora de la Ruska Roma con ese aire ritual y amenazante que ya conocemos. Ian McShane y el inolvidable Lance Reddick aportan continuidad y calidez al universo. Keanu Reeves aparece en un cameo discreto pero efectivo, cargado de tensión silenciosa, pero donde los fanáticos agradeceremos volver a ver a "Baba Yaga" repartiendo justicia. La parte negativo y no por su actuación es la de Gabriel Byrne interpreta al antagonista con presencia, aunque su personaje se queda un poco corto en desarrollo. 


No todo es perfecto. La estructura narrativa es predecible y algunos giros no sorprenden. Además, aunque las regrabaciones dirigidas por Chad Stahelski mejoran ciertas escenas y se nota donde están esas nuevas escenas, también introducen pequeños quiebres en el ritmo general. Se nota que hubo dos visiones en juego, aunque afortunadamente ambas respetan la identidad de la franquicia, aunque una hace desaparecer a un personaje que tenia pinta de ser principal a un mero cameo (y no hablo de nuestro querido John). 


En definitiva y resumiendo: BALLERINA es una de las mejores películas de acción de los últimos tiempos, una autentica carta de amor a la acción en estado puro y donde el entretenimiento esta asegurado totalmente. No solo expande el universo de John Wick a nuevos niveles donde lo real queda un poco difuso, con un tercer acto en un lugar que básicamente solo podría salir de dicho universo y que funciona a las mil maravillas, sino que ofrece una nueva figura en torno a la cual construir futuras entregas. Ana de Armas no es "la versión femenina de John Wick": es Eve Macarro. Y ya es hora de que tenga su propia mesa en este mundo de asesinos con reglas, lealtades y cuentas pendientes. es un spin-off que honra su legado y ofrece acción de primer nivel. Visualmente impecable, técnicamente precisa y con una protagonista que electriza cada escena, es una experiencia que hará las delicias de los fans de John Wick y de la buena acción a la vieja usanza. Una película que no necesita ser perfecta para dejar una marca permanente en el espectador. Un vals sangriento que merece sin duda, una segunda función.