
Después de dirigir EN UN LUGAR SIN LEY (2013)
el director David Lowery decidió alterar su ascenso a la gloria en el cine “indie”
al asumir las considerables demandas de una producción de Disney. Lowery
fue una opción inusual para tomar el mando del remake de PEDRO Y EL DRAGÓN del 2016, pero se
las arregló para crear algo notable en una nueva versión, regalando con su esfuerzo un sentido de magia y sinceridad que rara vez se encuentra en el
entretenimiento familiar (aspecto que me sorprendió, para bien).Ahora Lowery
vuelve a las necesidades del cine sin presupuesto, con A GHOST STORY (2017) que es lo opuesto a una experiencia visual de su anterior película
Disney. Desafiando a la mente, el esfuerzo es puro Lowery, que pone todo en
una historia sobre el tiempo, el más allá y las relaciones personales.