Calamity (2020)

 

En 2015, EL TECHO DEL MUNDO de Rémy Chayé recibió el premio del público en el festival de animación de Annecy. Abandonando el universo ártico de su primer largometraje, el cineasta se propone asaltar las grandes llanuras del Far West y demuestra, con CALAMITY (2020), la infancia de Martha Jane Cannary, en la que el director demuestra que no ha perdido nada de su gusto por deslumbrar con su estilo de animación, y que le valió el premio a mejor película en el Festival de Annecy en 2020.

En 1863, Martha Janes debe aprender cómo manejar a los caballos de un carruaje para poder así participar en un convoy que transita por el oeste de los Estados Unidos. Un día decide ponerse pantalones y cortarse el pelo, generando así una enorme polémica que sacará a relucir su verdadero carácter ante las innumerables dificultades que se presentan en un mundo tan grande como salvaje y en el que todo es posible.

La información sobre la juventud de quien se convertiría en la legendaria Calamity Jane es escasa. Sandra Tosello, Fabrice de Costil y Rémy Chayé, autores del guion, dibujan libremente el retrato de esta adolescente, que en una edad temprana quedó huérfana y abandonada a su suerte, lo que le apresura a afirmar su independencia destrozando los códigos que había entre hombres y mujeres. En el corazón de estas majestuosas, pero peligrosas Montañas Rocosas se mueven alrededor de 40 carros, transportando familias en busca de una vida mejor en algún lugar de Oregón. Una comunidad sobre ruedas a la que pertenece la familia Cannary, una de las más pobres, cuyo padre e hijos (entre lo que se incluye Martha) intenta sobrevivir en este mundo regido por el decoro y las buenas costumbres. Al principio, Calamity no discute su condición y acepta, como todas las demás jóvenes del convoy, dedicarse a las tareas del hogar. Pero ante la intolerancia y la injusticia, decide escapar de este universo asfixiante y crea su propia forma de vida, entre la libertad y el descubrimiento.



Mientras imagen y sonido, animación y música compiten a la perfección para transmitir lo más fielmente posible las emociones de la joven heroína, el espectador no pierde ni un ápice del camino sembrado de “trampas” de este personaje entrañable hacia una vida adulta. Una galería de personajes acompaña esta hábil configuración de una sociedad que le cuesta modernizarse y que presenta algún elemento subversivo y un claro mensaje tanto feminista como ecologista, que están introducidos de una forma natural y en ningún momento se siente algo forzado.



Rémy Chayé retoma la técnica gráfica que utilizo en su anterior película, con un boceto en 2D con la técnica de “acuarela” y utilizando muchos colores pastel para los paisajes (creando unas imágenes asombrosas). Una animación que se agradece para los que somos fanáticos de este tipo de largometrajes realizados con mimo. El problema principal de CALAMITY es que, a pesar de tener un mensaje dirigido a los mas pequeños de la casa, el ritmo de la historia es bastante pausado, y no hay tantas situaciones humorísticas para que el publico infantil se pueda entretener. Algunos personajes funcionan mejor que otros, y CALAMITY no deja de ser un viaje de la protagonista donde se encuentra diferentes personajes, ocurre algo, se soluciona y se repite, hasta que llegamos al misterio principal, que se arregla con demasiada facilidad.



En definitiva y resumiendo: CALAMITY tiene una excelente animación y una música realizada por Florencia Di Concilio y compuesta por Bluegrass, que te transporta al Far West totalmente. El problema como he comentado anteriormente es un problema de ritmo para el público infantil, y que, exceptuando algunas acciones interesantes de la protagonista, no deja de ser una formula que se repite durante sus 82 minutos de duración. Pero si os gusta la animación, sin duda merece la pena.