The Outsider (2018)


Un soldado estadounidense (Jared Leto) encarcelado en el Japón de la posguerra entra en el oscuro mundo de la yakuza y adopta su estilo de vida como pago por su libertad.

Es extraño cómo las películas de Netflix parecen salir de la nada en estos días (o como diría yo, como una fábrica de churros). Había escuchado rumores sobre que Jared Leto estaba haciendo una película sobre la Yakuza, pero hasta cuatro días, no tenía idea de que la película en realidad ya había sido filmada y que iba a ser lanzada por Netflix de inmediato. Un producto bastante movido, ya que fue originalmente para Michael Fassbender y el director Daniel Espinosa.


Leto, quien últimamente se ha especializado como actor de reparto después de su victoria en los  Oscar con  DALLAS BUYERS CLUB (2013) extrañamente no realiza un buen papel como nos tiene acostumbrado como misterioso antihéroe, sí que se le ve  comprometido como siempre, durante gran parte de la primera mitad de la película, Leto se ve inquietantemente delgado, antes de parecer que se llena un poco a medida que avanza. Gran parte de la película está en japonés, aunque el propio Leto solo habla ocasionalmente ese idioma, y ​​se supone que su personaje solo entiende el idioma y tiene algunas palabras que él habla a disposición suya. El problema de actuación es debido a que han querido que Leto se parezca demasiado al personaje de Ryan Gosling en DRIVE (2011) con la voz susurrante de Keanu Reeves en JOHN WICK (2014) y es un completo error, pareciendo en alguna escena un auténtico “retard” (con su movimiento de cejas como significado que se enfada o esta “alegre”.


Dirigida por Martin Zandvliet de LAND OF MINE (2015) es una película mucho más seria y lenta de lo que Miike (que era uno de los directores barajados para el proyecto) y no a diferencia de las películas japonesas de Yakuza de gente como Beat Takeshi. No es la película de acción de los elegantes carteles e imágenes de Leto con una espada que es lo que intentan vender. Es más bien un drama serio en el que ocurren situaciones en la que ninguna va a provocar un mínimo de sentimiento en el espectador, exceptuando los pocos momentos de violencia explícita. Es como la historia de un personaje en el que su desarrollo es cero hasta llegar a un final que te deja con ganas de más.


Al igual que muchas otras películas de Netflix, THE OUTSIDER no acaba de ser  una película para ser estrenada en cines. Se siente como un total  telefilm, o más bien como un piloto extendido para una serie, y la decisión de incluir una secuencia de crédito de apertura muy similar a WESTWORLD no ayuda en nada. Los valores de producción son buenos, pero el ritmo es glacial, y las escenas de acción no tienen ningún impacto (a pesar del buen gore).Otro punto negativo es que los actores japoneses hablando ese ingles “tan suyo” descolocan un montón y parecer ser una comedia (debido a ese acento) y sobretodo esa “actuación” de Emile Hirsch (que demuestra que el cine le ha abandonado).


En definitiva y resumiendo: Dada la premisa y el siempre intrigante subgénero Yakuza, debo admitir que esperaba mucho de THE OUTSIDER, pero esta carece de la energía y el alma de otras películas de gángsters de Oriente y Occidente como BLACK RAIN (1989) o  YAKUZA (1974). Supongo que Zandvliet estaba tratando de hacer una película seria y artística, pero tal vez una dosis de “pulp” y locura podría haber hecho todo muchísimo mejor. Realmente no es una película que merezca la pena, al menos que te guste el estilo de Oriente ese submundo Yakuza y aunque sobre este tema hay alguna escena interesante (incluido el ritual yubitsume donde los delincuentes cortan sus dedos para expiar las fechorías), todo parece indicar que el guionista cuando vendió el guion se iba riendo mientras contaba el dinero.