Una chica prodigio obsesionada con alcanzar la perfección
tocando el violonchelo comienza a sufrir una serie de cambios siniestros en su
vida.
He tenido la suerte de ver LA
PERFECCIÓN (2019) de Richard
Shepard, sin haber visto absolutamente nada. Realmente ni sabia de la
existencia de esta película directa para Netflix, pero por lo menos el nombre
de Shepard me sonaba de algo (de la película MATADOR). También hizo un gran trabajo en la serie
GIRLS de HBO (según palabras de la
primera dama critica usease mi pareja) y al emparejarlo con una de sus
estrellas de la serie, Allison Williams, para un atípico intento
de terror.
Si bien frustrante a veces e inconsistente en otras, LA PERFECCION, aunque
no es necesariamente válida en su conjunto, es un gran entretenimiento. Shepard
siempre ha sido un estilista ingenioso, y aquí se muestra un toque de “grand
guiñol” que hace de esta una película de terror ocasionalmente repugnante (pero
en el buen sentido) que debe mucho a directores como David Cronenberg,
así como el género de terror extremo que nos trajo Asia hace varios años. La única manera de obtener el máximo partido de LA PERFECCION es no leer mucho al respecto antes de verla, ya que depende de las reversiones de último minuto donde se ve la misma secuencia de eventos rebobinado y se repite desde diferentes perspectivas con nueva información añadida. No todo es lo que parece, incluso si, después de un tiempo, las motivaciones se vuelven un poco demasiado oscuras o difíciles de tragar por el bien de la película.
Williams tiene un papel a medida como el ex
prodigio, que viaja a China para volver a encontrarse con sus antiguos mentores
solo para tener una “alianza” con su nueva favorita, interpretado por Logan
Browning de la serie QUERIDOS BLANCOS (2017). Para las dos comienzan las cosas extrañas una
vez que un asistente al concierto se enferma con una enfermedad grotesca, pero
una vez más, las cosas no son lo que parecen. Justo cuando crees que lo has resuelto
la sorpresa del guion, LA PERFECCION tiene un montón de giros perversos que va lanzando al
espectador. Se puede decir que Shepard se está divirtiendo con el
público, y tiene un liderazgo ideal en Allison Williams. Esta
actitud distante del personaje significa que nunca puedes entender realmente lo
que está pensando, lo que hace que los constantes giros sean difíciles de
predecir cuándo se presenten.
Algunas secuencias son genuinamente efectivas, por ejemplo, una
escena en un autobús que es un punto culminante importante, y las actuaciones ayudan
a unir el guion general, y aunque no todas convence, y algunas pueden ser un
poco demasiado extremas para algunos espectadores, nunca se podría decir que LA PERFECCIÓN juega
con seguridad. Entonces, si la película no está a la altura de su título, al
menos se divierte intentándolo.
En definitiva y resumiendo: Por supuesto, LA PERFECCIÓN depende
bastante de algunos trucos para que realmente funcionen, y no estoy seguro de
que la historia pase a una conclusión aceptable una vez que se haya descubierto
todo. No importa, la película es divertida en sus 90 minutos de metraje. Está
bellamente dirigida y actuada, y la verdad es que en las últimas películas que
nos ha ofrecido Netflix de baja calidad, sin duda LA
PERFECCIÓN merece mucho la pena.