John Eastland (Robert Ginty) regresa de
Vietnam y trata de pasar página ganándose la vida como puede, pero la ciudad
está completamente tomada por bandas callejeras de todo tipo; cuando su mejor
amigo, y antiguo compañero en el frente, sea brutalmente atacado por una de ellas
John jurará venganza contra toda la criminalidad de Nueva York.
Esta es una película de venganza cruel y dura... y es por
eso por lo que me gusta. No rebaja en ningún momento su estilo cuando se trata
de mostrar la “basura” de Nueva York. El personaje de Robert Ginty
también es un hombre que tiene poco que perder y hace algunas cosas
desagradables con los delincuentes que incluso harían que Paul Kersey (Charles
Bronson en EL JUSTICIERO DE LA CIUDAD)
se estremezca. Entre otros aspectos da de comer dos delincuentes a las ratas,
prender fuego a un punky e incluso tenemos una escena donde la gran
protagonista es una picadora de carne. Toda la película se toma en serio, sin ningún
tipo de humor o violencia “cartoon” a diferencia de otras películas de venganza
como CALLES SALVAJES, que utilizaba un
poco la comedia para rebajar el nivel de violencia. Debido a esto, algunos espectadores
puede que encuentre la película demasiado dura y realista con la violencia grafica
mostrada.
El reparto funciona y Robert Ginty es perfecto
en el papel principal. Es atípico para el papel, pero eso es lo que lo hace
genial, ya que es un tipo normal (sin musculo y cara de bonachón) De hecho, se
hizo tan popular en esta película que hizo una carrera interpretando papeles
importantes en estas películas de venganza. Christopher George
también funciona, como de costumbre, como el típico policía. Christopher
siempre es agradable en cualquier papel que desempeñe y aporta una peculiaridad
agradable al papel (como la escena en la que cocina una salchicha con algunos
tenedores unidos a la lámpara de su escritorio). Samantha Eggar tiene
un papel de interés amoroso bastante ingrato para el personaje de policía de
George, pero películas como esta tienen que atraer el interés amoroso a la
trama de una manera u otra (aunque no en este caso, no es necesario). También hay
que mencionar a Steve James, que con un papel más pequeño hace
que su presencia se destaque en pantalla, como ocurría unos años más tarde con EL GUERRERO AMERICANO (1985)
y su secuela. Una cosa que siempre se comenta de EL EXTERMINADOR es su portada,
ya que, a pesar de llevar un uniforme con un casco y un lanzallamas, solo lo
utiliza una vez en una breve escena, y tampoco lleva ese uniforme pseudo gay. Publicidad engañosa (pero que arreglaron en EL EXTERMINADOR 2) pero que no impide en ningún momento
que disfrutes de la película.
En definitiva y resumiendo: EL
EXTERMINADOR es una película que todo
amante de los “justicieros” tendría que ver si o sí. Es una historia oscura,
sucia y sobre todo violenta... todo lo que debería ser una buena película de “venganza”
en la época del “Exploit”. Puede que su la trama no sea nada original o
novedoso, pero la gente no debería esperar que lo sea, ya que sin duda va
dirigida a los fanáticos de este tipo de películas.