Año 1942, Segunda Guerra Mundial. Después del devastador
ataque sorpresa que destruyó Pearl Harbor, la Armada Imperial Japonesa se
prepara para un nuevo ataque. Pero el Almirante Nimitz (Woody Harrelson)
y Dick Best (Ed Skrein), el mejor piloto de la armada
estadounidense, preparan un contraataque al imponente ejército japonés. Dick
encabezará un ataque masivo que hará que Japón se dé cuenta de su error.
MIDWAY (2019) es una
película de guerra cariñosamente anticuada. Mientras que directores como Christopher
Nolan y Sam Mendes se dedican a buscar nuevas formas de
dramatizar la guerra para el público del siglo XXI, Roland Emmerich
ha hecho una epopeya de la Segunda Guerra Mundial que no solo parecía anticuada
a principios de la década de 2000, cuando las epopeyas de guerra eran de rigor,
pero habría sido considerada retro incluso una generación más o menos antes. Aun
así, uno no asiste a una película de Roland Emmerich a menos que
esté buscando entretenimiento rimbombante y, hasta cierto punto, la película
ofrece gracias a un CGI más que decente para un presupuesto relativamente
económico de $ 100 millones (una ganga en estos días) y buenas escenas de acción,
aunque probablemente a mas de uno le recuerde mas a INDEPENDENCE
DAY (1996) que a una película bélica.
Ed Skrein es una elección extraña para ser el
protagonista, intentado imitar a Humphrey Bogart o John
Garfield. Él interpreta al protagonista de una manera que sinceramente
nada de lo que le ocurra va a tener importancia al espectador. Además, tiene
una esposa en casa (Mandy Moore, en una parte totalmente ingrata)
pero es piloto, sin importarle si vive o muere, una actitud que no le sienta
bien a su compañero interpretado por Luke Evans quien en una forma
totalmente autentica, tenemos un plagio descarado a la película TOP GUN (1986), o
su desafortunado compañero en el aire, interpretado la coestrella de ALITA: ANGEL DE COMBATE (2019) Keean Johnson.
A pesar de estar basado en una persona real, es el típico
héroe de la película de guerra, es el tipo arrogante que está loco, ¡pero
maldita sea también el mejor piloto que tenemos! Se siente más como un
personaje común que como un tipo real, siendo una de las grandes formas en que
la película decepciona. En lo que respecta a los pilotos, Skrein
y Evans son los nombres más importantes, con Darren Criss
en una pequeña parte como otro piloto, mientras que Nick Jonas
tiene dos escenas como un compañero heroico que se apodera de un arma durante
un ataque kamikaze (que es una secuencia bastante impresionante), aunque su
escena culminante es un auténtico cliché con patas de Hollywood.
Los nombres más importantes se mantienen bastante lejos de
la cabina del piloto, en roles que no son de acción, con Patrick Wilson
como el Oficial de Inteligencia que advirtió a todos sobre Pearl Harbor, y Dennis
Quaid como Bull Halsey. Woody Harrelson hace la mejor
parte como el Almirante Nimitz, mientras que Aaron Eckhart
curiosamente hace poco como James Doolittle un piloto derribado
en China perseguido por los japoneses (y posiblemente a la tijera en la sala de
montaje, ya que parece que muchas de sus partes fueron suprimidas). Uno
necesita darle a Emmerich algo de crédito por pintar a los
japoneses de una manera tridimensional, con el almirante Yamamoto interpretado
por Etsushi Toyokawa y Tadanobu Asano como Ayami retratados
como hombres de honor. Se dedica un tiempo de pantalla a las batallas políticas
entre bastidores entre la flota japonesa y el ejército, y aunque MIDWAY es patriotismo puro y duro, no es tan
jingoísta, por lo que Emmerich ciertamente merece algo de
crédito.
En definitiva y resumiendo: Emmerich comienza
la historia con el ataque a Pearl Harbor, con la culminante batalla de Midway
siendo relativamente corta. Podría haber pasado toda la película enfocándose en
la batalla en lugar de aumentar el melodrama que no funciona en ningún momento,
debido a la cantidad de personajes y en qué ningún momento se enfoca lo suficiente
en alguno para sentir afecto. Basta decir que MIDWAY
tiene sus momentos (y un buen score de Thomas Wander y
Harald Kloser), pero finalmente es uno de los esfuerzos más
planos de Emmerich ya que en las batallas aéreas funciona, pero en
tierra directamente habría que gritar: May Day.