Un año después de los eventos de Los últimos Jedi, los
restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden,
involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo
conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la
saga de los Skywalker a un final definitivo.
Con la última entrada en la saga de STAR WARS, EL ASCENSO
DE SKYWALKER (2019), el sello final se reduce no solo a esta nueva
trilogía de películas que comenzó en 2015, sino también toda la saga de los
Skywalker desde el 1977. Quizás es una película demasiado grande para llegar a
una conclusión con la que todo fanático este contento, pero el director JJ
Abrams y el reparto hacen todo lo posible para darles al público todo
lo que puedan con un majestuoso tramo final, incluso si eso significaba
complicar el viaje a la línea de meta para ser totalmente gratificante.
No voy a entrar en spoiler alguno (porque seria una putada)
pero si que voy a intentar comparar un poco los actos que transcurren durante
la película. Lo importante para tener en cuenta es que las apuestas se
multiplican por 1000 al final de la saga Skywalker, y desafortunadamente la trama
se desarrolla como un padre negligente que recupera el tiempo perdido al
intentar crear un viaje apresurado por Disneylandia (o la galaxia). Con un pequeño
grupo protagonista recorriendo la galaxia por un motivo, tenemos a un personaje
que está preocupado todo el rato y eso significa que todo lo que hacen es
correr de un punto a otro. La división de la película anterior que fue LOS ULTIMOS JEDI (2017),
debe abordarse, ya que la complejidad impulsada por los personajes e intentar
ser otra película diferente o novedosa dentro de la saga quizá para más de uno
le pareció un insulto (si, me incluyo ahí) así que JJ Abrams
esquiva todos los puntos “candentes” de la anterior para ofrecernos emociones
más coloridas similares a EL DESPERTAR DE LA FUERZA (2015). Mientras que el director Rian Johnson exploró
la naturaleza de lo que significaba ser un Jedi y un soldado luchando en una
guerra galáctica, subvirtiendo las expectativas en el camino, Abrams apunta
a una historia de búsqueda y carrera contra el tiempo, llena de acción
emocionante (en ocasiones) y una exposición desordenada que se apiña en la
ultima media hora para que tenga sentido y que dé a los fanáticos acérrimos exactamente
lo que exigen.
Si bien esta película debería estar terminando las cosas,
hay tanta película metida en la primera mitad, con personajes que regresan
destinados a provocar vítores de fanáticos y nuevos personajes por igual para
ayudar a nuestros protagonistas y hacer que la historia se sienta conectada a
un gran mito. A decir verdad, es un “fan service” en algunos de sus momentos
más entretenidos, y como Abrams y el coguionista Chris
Terrio nos lléva de viaje a nuevos mundos, pero que no puede evitar
sentirse un poco vacío e insípida (en varios momentos) a pesar de su aventura.
Nuestros héroes van de un lugar maravilloso tras otro, obtienen lo que
necesitan para pasar de un modo u otro, y luego despegan justo cuando “quien ya
sabemos” les persigue. Todo aquí se siente tan apurado al tratar de establecer
información que nunca hay tiempo para los pequeños momentos gratificantes que
permiten que florezcan los personajes y los actores. Todo tiene un ritmo
vertiginoso y los hilos de la trama quedan en un segundo lugar y aun así entretiene
de una manera que solo puede hacer esta franquicia.
El trabajo de los personajes establecido en EL DESPERTAR y
expandido de manera buena/mala con LOS ULTIMOS JEDI se deja de lado durante gran parte del tiempo de
ejecución, con personajes totalmente intrascendentes para la historia que sirven
para relleno y tal vez incluso para vender algo más de merchandising. En cuanto
a otros personajes secundarios, hay algún droide que finalmente tiene más
tiempo en pantalla (de la saga antigua), y seguramente poca gente le pille
cariño al nuevo droide DO. Los haters de Rose Tico (Kelly Marie Tran),
estarán de enhorabuena, y que utilizan la táctica “Jar Jar Binks” dejándola al
margen de cualquier arco narrativo (al menos que sea para ver pantallas y los
radares por si viene el enemigo).
Los dos personajes más fuertes de esta nueva trilogía, Rey y
Kylo, salen mejor parados, aunque para examinar realmente por qué, sería
revelar todas las sorpresas de la película (que no lo pienso hacer). Pero es
con ellos donde Abrams parece estar enfocándose, intentando sacar
lo que no molesto al fan de la película de la visión de Johnson
al final de la segunda película y llevárselo a su propio terreno. Cuando llegue
el final, es difícil no sentir un poco de emoción con lo que transcurre en la
pantalla, ya sea con sables laser, la música etc. y intentado dar un final
brillante a la historia.
En definitiva y resumiendo: Como es el caso de todas las
películas de STAR WARS, se escribirá una
cantidad interminable de contenido sobre EL ASCENSO
DE STAR WARS en la nueva trilogía y
la saga en su conjunto. Como una sola película, da algo con lo que tendría que
estar satisfecho al fanático (o no, según el caso). Seguramente, los fanáticos
de la saga que han estado esperando mayores conexiones con el universo
seguramente salgan decepcionados, con varias sorpresas que en realidad no son
muy sorpresivas. Lo que EL ASCENSO DE SKYWALKER prueba, sin duda, es que incluso cuando STAR WARS no está
en su mejor momento, e incluso a veces es totalmente insípido y sin ningún tipo
de emoción, todavía tiene algún aspecto que hace sonreír e incluso emocionarte.
Si esto concluye la saga Skywalker, entonces creo que es suficiente. Pero
espero que el día de mañana se intente crear nuevas ideas y no darnos nostalgia
para complacernos, cosa que Disney no esta muy por la labor.