La joven y ambiciosa Nomi Malone (Elizabeth Berkley)
viaja a Las Vegas con el objetivo de convertirse en una estrella del
espectáculo. Empieza trabajando como bailarina de striptease, pero acaba
consiguiendo una audición para cantar en el coro de una obra del Casino
Stardust, donde trabaja la starlette Cristal (Gina Gershon). Sin
embargo, Nomi no tardará en darse cuenta de que el mundo que la rodea es más
duro y menos brillante de lo que pensaba.
Antes del estreno de la película SHOWGIRLS
(1995) que consiguió ser la burla de muchos críticos cinematográficos, Paul
Verhoeven estaba en lo mas alto de Hollywood, debido al éxito de INSTINTO BASICO (1992).
Inicialmente, Verhoeven había planeado continuar su carrera con
una película titulada CRUSADE, con Arnold Schwarzenegger a la
cabeza. Desafortunadamente, la compañía de producción Carolco no vio
suficientes motivos para el éxito de la película cuando ya estaban pasando dificultades
financieras, aparte de una reunión donde Verhoeven se dedicó a
hablar sobre Dios y que nada es seguro, así que Carolco se lanzó a realizar una
locura de piratas dirigida por Renny Harlin, que finalmente se
hundiría en la taquilla por una suma de $ 100,000,000 y cuyo titulo es LA ISLA DE LAS CABEZAS CORTADAS (1995).
Después de la decepción de CRUSADE,
Verhoeven centró su atención en SHOWGIRLS,
un proyecto que tanto él como Joe Esterhas habían planeado
durante su tiempo trabajando juntos en INSTINTO
BASICO. Ambos fijarían su mirada en Las Vegas para realizar una
película de striptease, números musicales y la ambición del ser humano. Para
hacer justicia al guion, Verhoeven proponía deliberadamente una
calificación NC-17 con el fin de negociar con la infamia para generar
publicidad. Verhoeven también tenía una razón estética para
buscar la calificación ya que durante la realización de INSTINTO BASICO, el director, según se dice,
participó en numerosas batallas con los censores sobre la explicidad de la
película. Anticipando peleas similares con SHOWGIRLS,
Verhoeven trató de evitar conflictos al dejar en claro desde el
primer momento que la película iba a tener una calificación NC-17.
Esterhas, quien era uno de los guionistas
mejor pagados en Hollywood en ese momento, supuestamente recibió $ 2,000,000
por adelantado por el guion y un bono considerable una vez que un estudio comprara
los derechos. Drew Barrymore fue originalmente considerada para
el papel principal junto con Charlize Theron y Angelina
Jolie, aunque Verhoeven se decantó por la debutante en la
gran pantalla que fue Elizabeth Berkley. Verhoeven
afirmó que Berkley obtuvo el papel porque podía combinar la
actuación, el baile y la voluntad de comprometerse con la desnudez a gran
escala en la pantalla, que muchas otras actrices en ese momento no aceptaban.
Esterhas afirmó que el esquema general de la
trama para SHOWGIRLS se le ocurrió en un
sueño febril inducido por el cannabis, aunque esto probablemente fue después de
haber visto EVA AL DESNUDO (1950) ya que,
narrativamente hablando, SHOWGIRLS es una
repetición esquemática del clásico de Joseph L. Mankiewicz. En
una entrevista con el director realizada años después, comento que SHOWGIRLS era: “la película más elegante que había
realizado”, si bien es difícil estar de acuerdo con el director en tal afirmación,
es difícil rechazar esa declaración por completo. La primera vez que el espectador
ve la película, por lo general SHOWGIRLS deja
un regusto malo. El guion se revuelca en un atolladero misógino de sordidez,
violencia y controversia. Las actuaciones son incómodas. La música es horrible
e intrusiva. La fotografía es llamativa y el diseño de producción es de mala
calidad. Tomada al pie de la letra, la película de Verhoeven es mala.
La fetichización de Nomi y sus reinas bailarinas filtradas a través de la lente
abiertamente masculina de la cámara de Jost Vacano acaba agotando
al espectador. Para resumir, es merecedora de todo el desprecio que tuvo de
(casi) todo el mundo cuando se estrenó en cines. ¿Es SHOWGIRLS realmente una locura que debería ser condenada al
basurero de la historia cinematográfica? ¿O es, una película “mal entendida” construida
a sabiendas, que busca satirizar la preocupación de Estados Unidos con la
pornografía, las celebridades, el capitalismo y el narcisismo?
Si el lector piensa en las anteriores películas de Verhoeven,
(casi) todas meten un dedo en el ojo de América. En ROBOCOP
(1987), Verhoeven realizo una sátira ante la obsesión de Estados
Unidos con las armas y la política de derecha. En DESAFIO
TOTAL (1990) enfocó su visión en la
preocupación masculina de Estados Unidos con su propio reflejo. En STARSHIP TROOPERS (1997)
analizó la inclinación de la nación por el militarismo y la xenofobia. En EL HOMBRE SIN SOMBRA (2000),
el voyeurismo obsesivo se colocó bajo el microscopio con resultados
inquietantes. Ahora considere el diálogo repugnante y desconcertantemente atroz
en SHOWGIRLS. Si está de acuerdo en que
la intención del escritor y el director es reflejarle al espectador la forma en
que Estados Unidos busca fetichizar a las mujeres a través del lenguaje y la
cultura, el diálogo de la película comienza a tener sentido.
En cuanto a la fotografía, el score, el diseño de escenarios
y la aterradora coreografía de baile, si vas a hacer una película que satirice
la obsesión de Estados Unidos con la pornografía, el capitalismo, la auto
gratificación y la prostitución comercial, entonces seguramente la estética
general de la película debe reflejar esto. El diseño de producción ciertamente
lo refleja, el escenario de “La Diosa” muestra la incorporación de volcanes
explosivos y motociclistas vestidos con cuero. La música, mientras tanto,
compuesta por David A. Stewart, presentada después de que el
compositor original, Prince (el PUTO PRINCE) abandonara, se
ajusta perfectamente al material. Cuando se considera que Verhoeven
quería que la música fuera banal, para reflejar el hecho de que los shows de “La
Diosa” no eran tan buenos, el enfoque anti musical de la película,
retrospectivamente, parece inspirado.
Luego está el baile. La coreografía de baile es claramente
representativa de la sensibilidad 'antierótica' de Verhoeven. Las
rutinas de baile son vulgares y discordantes, caracterizadas por movimientos
mecánicos y agresivos. Las mujeres son sexualizadas constantemente durante
estas rutinas. El sueño americano, mientras tanto, se vuelve ofensivo por
asociación. Un mayor estudio revela que la galería de películas grotescas recuerda
las sensibilidades de John Waters en el género del “trash”. No
hay una sola actuación que no sea una exageración hiperbólica. Elizabeth
Berkley puede haber soportado la peor parte de la crítica por su
actuación caótica como una muñeca Barbie descoordinada con poco control de los
impulsos (o ningún control). Sin embargo, el resto del elenco es igual de
exagerado y no tuvo tanta mala critica como la actriz principal.
No todo en la película puede ser aceptable cuando se vuelve
a revisar la película. El acto final de SHOWGIRLS se
tambalea en el territorio de la violación y la venganza cuando el único
personaje comprensivo de la película, Molly, es brutalmente violada en grupo
por el séquito de su famoso ídolo. La escena es incómoda e inquietante, y no
está sincronizada con el tono que tiene la película. Cuando el largometraje vuelve
a ese estilo “camp” al hacer que Nomi se embarque en una misión de venganza de
dibujos animados con su omnipresente navaja, se siente como una especie de
policía encubierta que directamente descoloca al espectador como preguntándose ¿y
esto?.
A pesar de su estatus como la película de NC-17 más exitosa
en la historia hasta ese momento, tras su lanzamiento SHOWGIRLS fue criticada rotundamente. Los críticos
la odiaban. Los números en la taquilla fueron bajos, y todos los asociados con
ella fueron posteriormente ridiculizados. Los agentes de Berkley la
dejaron de lado. Verhoeven luchó para encontrar trabajo dentro
del género de ciencia ficción durante el resto de su estadía en los Estados
Unidos. Kyle McLachlan se distanció de él, al igual que el
guionista Esterhas, afirmando: "Claramente cometimos errores
... Tal vez hubo una cierta arrogancia involucrada".
A pesar de esto, la película posteriormente encontraría su
audiencia a través de una serie de proyecciones/ fiesta como películas de
medianoche. La comunidad gay, luego del rechazarla durante su estreno, adoptó
con entusiasmo la película, lo que la ayudó a convertirse en uno de los
lanzamientos de VHS más rentables de la MGM. En los años que siguieron, su
atractivo de culto ha seguido creciendo. Una secuela titulada SHOWGIRLS 2: PENNY´S FROM HEAVEN, fue lanzada en
2011, dirigida por Rena Riffel, (Penny Slot en la película
original), y en 2013, una parodia musical fuera de Broadway titulada “Showgirls.
El musical”, fue estrenada con gran éxito.
Destacados críticos y cineastas han vuelto a ver la película
para volver a evaluar sus méritos en los últimos años, argumentando sus
cualidades como una reinterpretación subversiva del mito de HA NACIDO UNA ESTRELLA. Esta reevaluación culminó
recientemente con el aclamado documental YOU DON´T
NOMI (2019), de Jeffrey McHale
que traza la controvertida historia de la película y el posterior éxito como película
favorita del cine de culto.
Y el lector… ¿estas preparado para ver la película más caliente
del año?
De cualquier año.