Nuevo Orden (2020)

 

Elegante e irritante, la nueva obra del director Michel Franco y cuyo título es NUEVO ORDEN (2020) comienza con una serie de imágenes que en un principio no se pueden comprender del todo. Solo una cosa sigue apareciendo: sangre y pintura verde neón goteando de superficies, objetos y cuerpos. Lo que sigue luego abruma a todos, tanto a los protagonistas como al público. Pero así es cuando se establece un nuevo orden.

Una fastuosa boda de alta alcurnia se convierte inesperadamente en una lucha entre clases que deriva en un violento golpe de estado. Visto a través de los ojos de una joven prometida y de los sirvientes que trabajan para su pudiente familia, 'Nuevo orden' sigue las huellas del derrumbe de un sistema político y del nacimiento de un desgarrador nuevo reemplazo.

La fuerza pura de NUEVO ORDEN solo se está estableciendo lentamente después de la introducción asociativa. Los espectadores asistimos a una boda de una pareja en una zona residencial para ricos, donde la “creme de la creme” de la sociedad mexicana se divierte mientras que vemos que todos los sirvientes son indígenas, y donde el director demuestra descaradamente las dos clases que existen durante la historia, hasta que debido a una acción todo cambia. Hasta este punto, NUEVO ORDEN se siente como un thriller clásico con elementos socialmente críticos. Pero lejos de eso. Porque lo que realmente está sucediendo aquí no puede verse como algo que ves venir, como tampoco lo ven los protagonistas. La película de Franco es más que un comentario sobre las enormes brechas entre ricos y pobres en la sociedad mexicana. La película está más interesada en ejercitar radicalmente las consecuencias de una sociedad tan extremadamente dividida.



En su precisión y rigor, la película de Franco recuerda a PARASITOS (2019), otra película que ha abordado fundamentalmente este tema. Pero a diferencia del trabajo de Bong Joon-ho, que se desarrolla principalmente a nivel personal entre dos familias, Franco hace todo lo posible y construye, como dice claramente el título de la película, un nuevo orden mundial. En resumen, antes de que te des cuenta, el levantamiento de los pobres se está convirtiendo en algo mucho más importante. El ejército, que reacciona inusualmente tarde y con cautela, pasa a primer plano. Después del inicio, surgen eventos completamente diferentes y más grandes, donde vemos que claramente a pesar de lo que ocurre, la gente va a seguir siendo igual, tanto para lo bueno como para lo malo.



Franco solo necesita 86 minutos de metraje para tejer una dura distopía de su pieza social que golpea como un puñetazo en el estómago, precisamente porque se ejerce de manera tan clara y realista. No hay buenos ni malos, ni ganadores ni perdedores en la película. No hay verdades, narrativas, héroes ni un final clásico. Incluso si su distopía especial está fuertemente orientada hacia la sociedad latinoamericana, entonces la universalidad de estos temas se puede encontrar en todas partes.



En definitiva y resumiendo: A pesar de que la violencia explicita pueda ser rechazada por mas de un espectador, NUEVO ORDEN es una brillante pieza cinematográfica que captura el terror de dos clases sociales y donde no hay nada correcto o incorrecto en esta película. También hay que decir que cuando empiecen los créditos finales, el espectador notara que la historia se ha llevado un trozo de su alma, y que te deja con una pregunta rondando la cabeza… ¿el dinero puede comprar clase, modales y moral? La película sin duda te da una respuesta clara a esta pregunta.


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