Black Adam (2022)

 

BLACK ADAM (2022) ha sido un proyecto en el que casi el espectador perdía toda esperanza de que se realizara. De hecho, a principios de la década de 2000, ya había pensamientos sobre hacer una película sobre el personaje de DC Comics, Shazam, en donde el personaje de Black Adam debería aparecer como antagonista. El proyecto se pospuso en innumerables ocasiones y terminó dividiéndose en dos películas. Mientras SHAZAM! (2019) cuenta la historia del héroe, Black Adam obtendría su propia película. Es posible que Dwayne Johnson no haya sido completamente inocente de esta decisión. ¿Hacer una película en la que no tiene el papel principal y también es el villano? Probablemente no encajaba con su imagen y su personalidad. Entonces es mejor crear una película en solitario en el que él pueda ser la única fuerza impulsora y no realmente malvado del todo. Más bien, representa una especie de antihéroe que también lucha por una buena causa, pero lo hace menos con buenas intenciones, porque según el: Mata gente.

Casi 5.000 años después de haber sido dotado de los poderes omnipotentes de los antiguos dioses -y encarcelado con la misma rapidez-, Black Adam (Johnson) es liberado de su tumba terrenal, listo para desatar su forma única de justicia en el mundo moderno.

Está claro que, si Black Adam no va a ser el villano, se necesita uno. Quién es no es realmente un secreto: está más o menos claro desde el principio quien será el malvado de la historia. También está claro que el equipo de héroes "reales" de la Sociedad de la Justicia eventualmente unirá fuerzas con el cuasi-dios destructor para poder derrotar al enemigo real. BLACK ADAM es una película que se mueve sobre raíles, y no intenta incorporar un elemento sorpresa (hay uno, pero también se ve venir de lejos) y tampoco intenta desafiar al público (solo entretenerlo). Los puntos que son interesantes en sí mismos, como la cuestión de qué hace realmente a un héroe, la legitimidad de la violencia, el motivo del levantamiento de esclavos o la maldición de poder ver el futuro son inmediatamente olvidados porque la película en si no quiere pensar, solo quiere ofrecer un gran espectáculo de acción, y por mi parte, lo ofrece.



En primer lugar, esto no creo que sea algo criticable, más bien entendible. La última película de superhéroes de DC Comics, THE BATMAN (2022) fue más un drama criminal neo-noir demasiado largo en demasiadas escenas. Después de eso, un simple entretenimiento de largas escenas de acción con golpes y destrucción es un buen contraprograma dentro del universo DC (un universo que no sabe ni a donde va) Y realmente BLACK ADAM es bastante competente es desconectar el cerebro del espectador y mirar la pantalla. Está claro que Dwayne Johnson es el único protagonista de su propio show. Johnson actúa deliberadamente sombrío en la mayor parte del tiempo. De vez en cuando lo intenta con el sarcasmo, que luego tiene que ser marcado verbalmente como sarcasmo, lo que arruina la broma desde el principio. Pero aparte de eso, se le ve muy cómodo por realizar después de tantos años, ese ansiado papel. Da la talla como Black Adam y demuestra ser casi indestructible, lo que, por una parte, también quita cualquier tipo de suspense a la historia.



Y por otro lado está la Sociedad de la Justicia, con sus luces y sombras. El actor (por decir algo) Noah Centineo está diseñado como un claro alivio cómico. Su personaje de “Rompe Atomos” puede crecer hasta alcanzar el tamaño de un rascacielos, incluida la fuerza física correspondiente. Sin embargo, su figura es completamente inútil y se nota principalmente debido a su mayor apetito y su constante sobreesfuerzo. A Cyclone (Quintessa Swindell) no le va mejor. Ni siquiera tiene una personalidad desarrollada, pero se le permite dar vueltas de una manera particularmente colorida en la pantalla y esto es algo elegante, especialmente en contraste con la ciudad sombría de Shiruta, donde transcurre la mayor parte de la historia. Hawkman (Aldis Hodge) tiene alas y un alto nivel de confianza en sí mismo, por lo que constantemente se lanza a peleas que no puede ganar. Y luego está Doctor Destino (que no extraño), que tiene algunos trucos más bajo la manga, pero a pesar de la buena elección de Pierce Brosnan para el papel, nunca debe volverse demasiado importante, porque el único importante es Black Adam. Es por eso que sus habilidades rara vez se usan de manera consistente. Y después esta el grupo de los humanos, que son caricaturas de lo que sería el inicio del año 2000, con una especie de Tomb Raider (Sarah Shahi) y quizá uno de los personajes que más voy a odiar este año y que sinceramente hubiera preferido que pereciera en los primeros minutos de metraje, su hijo (Bodhi Sabongui) que es una reencarnación de “Poochie” de LOS SIMPSON, que pretende ser gracioso (no lo es) y se cree guay por ir en monopatín (sic).



Pero la película, función a pesar de todo y mas cuando todos los superhéroes aparecen juntos en pantalla. Jaume Collet-Serra sabe ser imaginativo en lo que se refiere a la destrucción y las escenas de acción, a pesar de ser de larga duración, nunca se hacen aburridas. Lo FX funcionan bastante bien, exceptuando una escena de “Deepfake” que es demasiado notoria. El score de Lorne Balfe realiza un trabajo cumplidor cuando se tiene que poner épica en las escenas más importantes.



En definitiva y resumiendo: BLACK ADAM llega al universo DC pateando puertas, golpeando a los superhéroes en una película de acción divertida. Cine palomitero sin mas pretensiones y que abre nuevos caminos para el DCU (y sobre todo por la escena postcreditos).