Bad Boys: Ride or Die (2024)

 

"BAD BOYS: RIDE OR DIE" (2024) marca el regreso de la explosiva dupla de detectives Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence) a la pantalla grande, después de su última aventura en 2020. La película, dirigida por Adil El Arbi y Bilall Fallah, busca revivir la magia de la franquicia con una mezcla de acción desenfrenada, humor irreverente y una dosis de drama familiar. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la película se queda a medio camino entre la nostalgia y la necesidad de reinventarse.

Sinopsis:

Los policías más famosos del mundo regresan con su icónica mezcla de acción al límite y comedia escandalosa, pero esta vez con un giro inesperado: ¡Los mejores de Miami se dan a la fuga!
 La innegable química entre Will Smith y Martin Lawrence sigue siendo el corazón y el alma de la película. Sus interacciones cómicas y su dinámica de "poli bueno/poli malo" continúan siendo tan entretenidas como siempre. Los dos claramente se deleitan el uno con el otro, y los dos se quejan a lo largo de la película como un matrimonio de ancianos. Aunque es cierto, que Lawrence ocupa casi todas las interacciones o escenas de humor. 


"BAD BOYS: RIDE OR DIE" sigue siendo un espectáculo, con Adil y Bilall intensifica la comedia y ofreciendo buenas escenas de acción. Sorprendentemente, las dos mejores secuencias de acción no involucran a Will y Martin. En su lugar, Jacob Scipio, regresando como Armando, el hijo asesino del cártel de Mike, tiene una gran escena de acción en un patio de la cárcel y la otra- posiblemente la mejor escena del largometraje La otra escena destacada es un bonito homenaje al personaje de Reggie (Dennis Green), el yerno marine de Marcus, que hará que el publico aplauda y suelte una sonora carcajada.


La película también rinde homenaje al clásico original de Michael Bay, con una destacada partitura de Lorne Balfe y tributos a la banda sonora de Mark Mancina de la primera película. En cuanto a la nostalgia, la película cumple con creces. Sin embargo, el villano Eric Dane, un ex agente de la DEA convertido en hombre del Cartel, resulta ser el peor villano de toda la franquicia. Algunas pistas falsas son demasiado obvias y Melanie Liburd se desperdicia en un papel insignificante que no aporta absolutamente nada. Paola Núñez también tiene menos protagonismo, mientras que Ludwig y Hudgens tienen roles más amplios, posiblemente preparando el terreno para una ¿posible spin-off?  de la franquicia con ellos y el personaje de Jacob Scipio.


Aunque "BAD BOYS: RIDE OR DIE" también tiene sus puntos negativos. La trama sigue una fórmula familiar y predecible, con giros y vueltas que se ven venir a kilómetros de distancia. La historia carece de originalidad y no ofrece sorpresas significativas en esta cuarta entrega. Si bien hay momentos genuinamente divertidos, el humor a menudo se siente forzado y fuera de lugar. Algunos chistes caen en saco roto, mientras que otros pueden resultar innecesarios.


En definitiva y resumiendo: "BAD BOYS: RIDE OR DIE" es una película que ofrece un entretenimiento ligero y desenfadado, con momentos de acción emocionantes y humor efectivo. Sin embargo, se ve lastrada por un guion predecible, villanos planos y en ocasiones un humor desequilibrado. Si bien la química entre Smith y Lawrence sigue siendo innegable, la película no logra reinventar la franquicia ni llevar a los personajes en una nueva dirección. Es un viaje nostálgico que les recordará por qué se enamoraron de estos personajes en primer lugar. Es un regreso entretenido pero imperfecto, que deja la puerta abierta para futuras entregas que, con suerte, explorarán nuevas posibilidades y profundizarán en los personajes.