Una pandilla, formada por cuatro niños y una niña amantes de
la naturaleza, escucha atentamente el relato de un anciano al calor de una
hoguera. El hombre cuenta la leyenda de Jeremiah McKenna (Chuck Norris)
un hombre que habitaba en las montañas en compañía de su mujer, hija de un jefe
indio, a finales del siglo pasado. McKenna murió a manos de unos desalmados,
que lo asesinaron cuando intentaba llevar a su mujer una medicina.
En esta mezcla de película de acción aventurera y película
familiar de la más baja estofa, Chuck Norris interpreta al
protector del bosque que puede transformarse en varios animales. Esto es muy
conveniente para algunos niños en la lucha contra el desagradable propietario
de un aserradero. Fue el último, pero el intento más obvio del profesional de
artes marciales Chuck Norris de convertirse en un héroe del
entretenimiento familiar: después de JUNTOS PARA
VENCER (1992) y TOP DOG (1995) sin
duda EL GUERRERO DEL BOSQUE (1996) se volvió claramente hacia el público infantil.
Si JUNTOS PARA VENCER salió como una autocrítica antes de EL ULTIMO GRAN HEROE (1993)
entonces TOP DOG era
una variante del tema “Buddy Dog” como ya había ocurrido con SOCIOS Y SABUESOS (1989). EL GUERRERO DEL BOSQUE es
una de esas películas de acción y aventuras que cuentan con estrellas de acción
como protectores de la naturaleza e indígenas, como paso con Steven
Seagal en EN TIERRA PELIGROSA (1994). Así que aquí está John McKenna (Chuck
Norris), casado con una india, que fue golpeado hasta la muerte por
unos tipos malos, como un hombre mayor le cuenta a un grupo de niños alrededor
de una fogata. Pero el moribundo McKenna fue afortunado: a través de poderes
sobrenaturales, pudo vivir como un protector fantasma de la flora y la fauna
local, tomando la forma de un águila, oso o lobo.
El problema es que Mckenna debido al guion, siempre aparece
cuando es solo el momento para un rescate de “último minuto” ayudando a la pandilla
protagonista. Está claro que la actuación del actor solo sirve de cebo para que
los fanáticos de la acción la vean. Aparte de eso, la poca acción que hay está
mal coreografiada, y además lo del mostrar a Mckenna desde atrás, escondido
debajo de un abrigo, sugiere que que en “casi” todo momento tenemos a un doble
de acción en vez de Norris en las peleas. Entonces, la estrella
de las artes marciales aquí es solo la fuerza impulsora de la portada, porque
si no se le permite luchar en las escenas de acción, tampoco es necesario que
actue debido a sus expresiones cercanas a un muñeco de madera. Terry
Kiser hace un villano genérico y malvado y la actuación de Michael
Beck, como el padre de la niña protagonista, simplemente es lamentable
(atención a sus momentos cuando esta “borracho”).
EL GUERRERO DEL BOSQUE no deja de ser un cliché, desde el villano
capitalista hasta la población trabajadora y rebelde, pasando por los abogados
corruptos que sirven a los villanos. Es mejor no pensar en el sentido y la
razón de todo… porque uno de los grandiosos planes de los villanos implica la explosión
con dinamita de una casa del árbol de la pandilla juvenil, porque si alguien
bombardea la casa del árbol, los niños desaparecerán de inmediato y los padres
no investigarán quién está destruyendo el bosque. Con la dirección de Aaron
Norris perdida en no saber que quiere explicar y a que publico
dirigirse (igual tenemos una escena un poco violenta como una vergonzosa copia
de SOLO EN CASA, pero
en versión “bosque). Solo vale la pena ver los animales que aparecen en la
pantalla especialmente las de un lindo bebé oso, pero difícilmente te permite
olvidar lo lamentable que es todo durante la historia.
En definitiva y resumiendo: EL
GUERRERO DEL BOSQUE es una película nada
interesante, que contiene violencia que puede asustar a los niños pequeños y
que los espectadores adultos la vera demasiado simple, estúpida y monótona como
para poder gustarle. A pesar de los bonitos animales que aparecen en la película
y Chuck Norris que se convierte en una escena en un oso y mas
bien pelea poco, sin duda EL GUERRERO DEL BOSQUE solo gustara a los amantes de la “basura cinematográfica”