
El nombre de Harriet Tubman existe en los
libros de historia y se ve mencionada en museos, parques, sitios históricos y
pinturas. El billete de veinte dólares de EE. UU. incluso casi llevaba la cara
y el nombre de Tubman. Ella tuvo un impacto mayor que la mayoría
y no ha sido olvidada por muchos, pero eso si solamente eres americano o
experto en la historia de EE. UU, pero los que somos de fuera, sinceramente no
sabemos quien es y HARRIET: EN BUSCA DE LA LIBERTAD (2019) podría haber
sido una película para conocer al personaje fuera de su frontera, siendo una
historia interesante. HARRIET recuerda demasiado al estilo que tuvo de narración
la película JUDY (2019) hizo hace unos meses,
otra película biográfica con una gran actuación central pero que ni sorprende
ni crea ningún tipo de emoción en el espectador. Una película que describe la
vida y los tiempos de Tubman debería haber tenido más emoción. HARRIET (para acortar) carece de esto, en su lugar opta largos
discursos, escenas en bucle y un claro fervor religioso.
Aunque la verdadera Harriet Tubman experimentó
visiones que ella atribuyó a Dios, haciéndola devota en su espiritualidad, la
película repite demasiado estos hechos con demasiada frecuencia. Tubman
sufre de estos “hechizos” como los llaman constantemente, y su supervivencia
depende de estas visiones (lo que en ocasiones pensé que era una de las
primeras mutantes de América). Ora principalmente en dirección a los árboles, y
tiene una semejanza en el nombre y en la acción con Moisés, separando el mar y
llevando a las personas a la libertad. Cada vez que se enfrenta a una posible
captura, hay una visión que la lleva de la manera correcta, lo que lleva al
espectador a creer que Dios merece más elogios que la propia Tubman.
La escritura y la narración de la historia llega a frustrar
a cada paso, y realmente deseas que la película termine poco después de que
comience, porque ya sabes lo que va a suceder. Sabes que ella escapará. Sabes
que ella ayudará a otros a escapar y este último acto se repite hasta la
saciedad, casi hasta el final. La película no deja espacio para otros
resultados, sorpresas o puntos en la trama que podían haber sido mucho mas
interesantes. Cynthia Erivo hace un trabajo admirable en el papel
de Harriet Tubman, y merece elogios por hacer interesante un
guion tan flojo. Evita el rendimiento excesivo, en lugar de dar una imagen
compuesta y positiva de una figura legendaria estadounidense, a veces casi
mítica. El resto del elenco tiene el propósito de existir para Tubman para
salvarlos o resistir ante los esclavistas. Los héroes y los villanos son
claros, y sin Erivo, esta película no habría tenido ningún
impacto en nadie.
La película, dirigida por Kasi Lemmons, hace
que la historia de Tubman sea poco interesante, eliminando la
emoción de sus acciones. No podemos ver a Harriet Tubman siendo violenta,
ni tampoco podemos ver a Harriet Tubman como la heroína
en la Guerra Civil. No vemos a Harriet Tubman, la diplomática, ni
a Harriet Tubman, la esclava. Su viaje a la libertad dura unos
pocos minutos y se siente un poco extraño y acelerado. La película priva a sus
espectadores de conocer a Tubman y, a veces, incluso apoyarla, en
ciertas acciones donde ella realmente tiene la culpa, pero culpa a los demás. Puede
ser incrédulo decirlo, pero parte de su toma de decisiones a veces se siente
arriesgada, y terminamos esperando que Dios, o alguien más, salve a Harriet
Tubman, una mujer que sobrevivió a muchas cosas peores en la vida real.
En definitiva y resumiendo: HARRIET
no atraviesa ningún territorio nuevo, cediendo a temas que ya se han
visto en mas ocasiones cuando tienes una historia real detrás. Cynthia
Erivo es lo poco salvable de un guion fallido, que no transmite ninguna
emoción y resulta en ocasiones vago. Espero que si el día de mañana se intentan
hacer biopics de otros personajes históricos tomen buena nota y tengan perspectiva,
emoción y progresión, aspectos de los que HARRIET: EN BUSCA DE LA LIBERTAD carece.
