
Después de todo el bombardeo mediático que había alrededor
de la película (a unos niveles en ocasiones, exagerados) la pregunta era ¿me
iba a gustar a pesar de escuchar el titulo en mil sitios? ¿me despertaría diferente
al día siguiente de verla? ¿me sentía un ignorante por no haber visto ni un
solo tráiler o avance? Al final pensé: simplemente veré la película, y solo
entonces sabré si quiero volver a verla, si necesito volver a verla o no quiero
volver a verla nunca más. Y como no esa película es TENET
(2020).
Dos horas y media después de salir del cine, mi cabeza todavía
daba vueltas, pero tenía claro algo: la admiración. En su mayor parte, esto es
admiración por el guion y la estructura de la película. A pesar de la poca información
que tenemos de los personajes, unas explicaciones (que pueden ser muchos o
pocos, según el espectador), o el acento absurdo y forzado de Branagh,
pero todos estos defectos se sentían pequeños en comparación con el
deslumbramiento general del guion. (Y en realidad, lo que parecían fallos al
principio pueden haber encajado con los géneros de la película, pensándolo bien).
TENET es una palabra
extraña para elegir como título de esta película: en caso de que el espectador
no lo sepa, tranquilo que te dan la explicación necesaria:” un principio,
creencia o doctrina"; pero la TENET
no trata sobre creencias. Se trata de un hombre, un protagonista anónimo (John
David Washington) encargado de perseguir algo potencialmente malo (y hasta
ahí voy a decir) y detenerlo. Es un thriller de espías, una película de ciencia
ficción intelectual y un espectáculo lleno de acción a gran escala que es de obligada
visita a una sala de cine (si es posible, en toda medida).
He dicho antes que lo que hace que una película sea
"genial" para mí es cómo me hace sentir. El éxito de TENET no fue tanto la adrenalina o la emoción al
ver que las piezas encajaban en su lugar, sino más bien el desarrollo constante
de esas piezas. Nos dan un par de personajes esenciales y una premisa central
de la historia, se ve cómo lo manejan esas personas; luego detectamos algo
interesante sobre cómo se usa y comenzamos a sonreír. Pero luego, se usa de una
manera inesperada, o de una manera más grande, o de manera lateral; y
detectamos algo limpio pero sutil, o alucinante y poco sutil. Y luego se vuelve
más grande, con conexiones radicales y momentos de ¡Ostia! en abundancia; y
tengo la sensación de que habrá más ¡ostias! cuando la vea de nuevo, la
película es va tan rápida que es complicado captarlo todo de una sola vez.
Ver una pelea cuerpo a cuerpo que tiene lugar en Oslo (esto
no es spoiler) con cierto “truco” es entretenido y jodidamente impresionante
(para que mentir), con un mínimo de trucos de cámara, y uno se tiene que decir así
mismo cómo entender lo que estás viendo; Después hay otra gran escena de acción
con vehículos de por medio y se te queda la boca abierta. La verdadera
recompensa llega un poco más tarde, y es cuando directamente te explota la
cabeza.
El estilo de TENET es
muy parecido al de una película de espías repleta de acción; de hecho, los primeros
diez minutos me hicieron pensar que Washington acababa de pasar un
casting para ser el nuevo James Bond. Hay asignaciones secretas, asaltos en
bungee a un edificio, pasamontañas, pistolas y trajes muy elegantes. Por
supuesto, está esa “cosa” que la hace diferente, pero TENET no se siente como una
película de ciencia ficción pura: no hay nada futurista en los decorados y muy
poca alta tecnología, la ciencia ficción está en el contenido, no en la mirada
de esta película. Y el ritmo va rápido y no para: no solo la acción, sino el
dialogo, la exposición, el movimiento entre escenas, de país en país. Esto y la
caracterización superficial se suman a la atmósfera del género de espías. Los
efectos especiales, como he mencionado, son notables, tanto en términos de
escala como de mecánica. Deslumbrantes de ver y ensamblado de una manera
excepcional, y espero, que la editora Jennifer Lame esté al menos
nominada a un Oscar. Junto con el guion y los efectos, la edición y la
cinematografía de Hoyte Van Hoytema son, en mi opinión, las
verdaderas habilidades de TENET.
Sí, esto puede parecer extraño, pero lo que baja nota son
las personas, personajes y elenco de TENET.
El protagonista sigue en gran medida su olfato de la CIA y la resistencia de Washington
es más impresionante que su actuación (bastante plana). Kenneth Branagh
es un macho alfa ceñudo casi al estilo de Gerard Butler. Neil interpretado
por Robert Pattinson es la persona más entretenida de ver, con
una encantadora química mientras él y el protagonista se conocen y trabajan
juntos. La única que muestra cierto desarrollo, como si se resistiera a ser más
que un simple peón, es Kat interpretada por Elizabeth Debicki:
damisela en apuros, tiene varios lados y claramente anhela la independencia de
su personaje, aunque sea tomando más riesgos de los necesarios. Todas estas
personas son los personajes perfectos para un juego de ficción “Pulp”, que
seguramente lo es, a pesar de su alto presupuesto.
La banda sonora de TENET
es genial y dramática (por parte de Ludwig Göransson) pero se
nota que a Nolan le gustan demasiado los sonidos graves que hagan
temblar la sala de cine, y en ocasiones puede llegar a molestar a cierto tipo
de publico que no esta acostumbrado a ello (que es totalmente comprensible).
En definitiva y resumiendo: TENET
es una experiencia maravillosa y espero volver a verla muy pronto. También
tengo sentimientos encontrados en ciertos aspectos, y no creo que sea la mejor
de Nolan (y tampoco iba con la intención de que lo fuera). Esta
claro que mas visionados mejorara y la trama “puede” que sea mas clara, pero
incluso así, por el estilo visual, guion, montaje, sonido, yo solamente me
puedo quitar el sombrero antes TENET.
