Decir adiós puede ser muy difícil y sin duda en SIN TIEMPO PARA MORIR LO ES (2021) lo es. Parecía que nunca iba a llegar el adiós de Daniel
Craig en el papel del famoso agente secreto que ha estado deleitando al público
durante casi 60 años. En medio de todo esto, el rodaje de la película se tuvo
que interrumpir varias veces. Y cuando la película finalmente estaba acabada,
la pandemia frustró todos los planes: casi ninguno de los grandes éxitos de
taquilla fue cambiado hacia adelante y hacia atrás en el calendario de estrenos
con tanta frecuencia, e incluso, hubo rumores de que acabaría en una plataforma
digital a cambio de una elevada cantidad de dinero. Y luego, por supuesto, hubo
discusiones sobre cómo se puede desarrollar el personaje Bond y, por lo tanto, la
franquicia. Si todavía hay futuro para un veterano en la historia del cine.
Bond (Daniel Craig) ha dejado el servicio secreto y está disfrutando de una vida tranquila en Jamaica. Pero su calma no va a durar mucho tiempo. Su amigo de la CIA, Felix Leiter (Jeffrey Wright) aparece para pedirle ayuda. La misión de rescatar a un científico secuestrado resulta ser mucho más arriesgada de lo esperado, y lleva a Bond tras la pista de un misterioso villano armado con una nueva y peligrosa tecnología (Rami Malek).
Al principio, no parece que la 25a parte oficial de la saga quiera abrir nuevos caminos. De hecho, SIN TIEMPO PARA MORIR está obsesionada con su propio pasado en muchos aspectos. Era de esperar que la película revisara los eventos de su predecesora SPECTRE (2015). Pero CASINO ROYALE (2006), donde fue la primera aparición de Daniel Craig como agente del MI6, con la que la saga volvió a encarrilarse, también juega un papel importante. Y cuando Bond y Swann (Lea Seydoux) conducen juntos por una pintoresca y sinuosa carretera montañosa, no es necesario que los fanáticos sepan que tienen " Todo el tiempo del mundo". Y esta claro que SIN TIEMPO PARA MORIR tiene todo el tiempo para mirar al pasado y cerrar el futuro (de Daniel Craig).
Por supuesto, el “Fan service” está presente y no de manera tan sutil, que puede volverse un poco torpe. De hecho, a veces tienes la sensación de que el director y coguionista Cary Joji Fukunaga estaba más interesado en un “The Best of Bond” que en contar su propia historia. Y, sin embargo, SIN TIEMPO PARA MORIR tiene honor en su final. Por un lado, se desentierran una y otra vez elementos conocidos, como los artilugios de Q (Ben Whishaw). Algunos de los esquemas también suenan muy familiares para los fans de Bond, pero Fukunaga, quien se expresó públicamente bastante crítico con las primeras películas de Bond, realmente cumple las expectativas. Puede ser muy extraño cuando una situación supuestamente familiar de repente toma un giro completamente diferente. O también muy emotivo (cuando veáis la película, sabréis él porque).
En el medio, lamentablemente, también hay muchas escenas que en realidad no son más que material de relleno. Esto también se aplica a las escenas de acción, algunas de las cuales no surgen de la historia, sino que de alguna manera se “cuelan” en ella. Y también hay algunos escenarios en los que se tiene la sensación de que las distintas localizaciones solo están ahí para que se pueda decir que se han gastado el correspondiente dinero. Esto también se nota negativamente porque SIN TIEMPO PARA MORIR con un metraje de más de 160 minutos es demasiado excesivo y sin duda es el peor villano que tiene el largometraje, ya que la historia en líneas generales no tiene tanto para ofrecer. El objeto, que está a punto y que es robado del laboratorio al comienzo de la película, es interesante y de una manera notablemente “irónica”. Pero gran parte del área alrededor de ella apenas tiene sentido, ni en términos de la trama ni del comportamiento de los personajes (y no hablemos ya de términos de diferencia de edades entre dos personajes en el prologo de la historia, que no cuadra ni queriendo en lo sucesivo de la historia).
Pero incluso si la despedida de Craig no es el
gran final que uno esperaba (al menos en mi caso) el factor de entretenimiento
es bastante bueno. Hay mucha acción, buenos diálogos, y escenarios variados. En
general, el elenco es maravilloso, tanto los que repiten como los recién
llegados tienen buenas escenas. Las jóvenes agentes —además de Lashana
Lynch, Ana de Armas también es una espía activa (pero de
la CIA) son tan buenas que la discusión sobre una mujer Bond tiene argumentos
muy convincentes. Pero si algo se le puede acusar de forma negativa a SIN TIEMPO PARA MORIR y
que forma parte de algo que ya es marca de la casa es el villano de la historia,
y no tengo dudas de que Lyutsifer Safin es uno de los peores villanos de la historia
de la saga. Y no solo por la composición débil del villano, sino que la interpretación
de Rami Malek es muy floja. Un villano tiene que causar temor al
espectador, pero Malek solo me infundía ganas de reírme. Y, sin
embargo, habrá escenas que se quedaran en el recuerdo en SIN TIEMPO PARA MORIR donde
Fukunaga realmente logra valientemente una retrospectiva. Aquí,
pasado y futuro, tradición y nuevos comienzos se unen de una manera que deja a
uno con nostalgia y curiosidad de que pasará con la saga a partir de ahora… o
la pregunta de todos/as ¿Quién será el nuevo o la nueva Bond?.
En definitiva y resumiendo: SIN TIEMPO PARA MORIR es una buena despedida para Daniel Craig como Bond, pero no es “la gran” despedida que merecía, pero valió la pena la espera. Las referencias al propio pasado como escenas de acción que no vienen al cuento son en ocasiones demasiados reiterativas, lo que hace que el metraje y un villano totalmente caricato hagan bajar el nivel del largometraje. Al mismo tiempo, la 25ª película de la saga muestra posibles nuevas formas y que será recordada por una valentía en el guion en ciertas escenas que hará que todo fanático de Bond disfrute, aparte de todo lo que conlleva el LORE del personaje. Sin duda, merece “todo el tiempo del mundo” para verse en pantalla grande.
Disfruta del estreno de SIN TIEMPO PARA MORIR, a partir del 01/10 en CINEMES LAS VEGAS si eres de Figueres o alrededores.