Kya Clark (Daisy Edgar-Jones) también conocida como la niña
de los pantanos por los habitantes de Barkley Cove, es una joven misteriosa y
salvaje. Abandonada por su familia, la muchacha pasara la mayor parte de su
vida en las marismas del sur de Estados Unidos en los años 50. Cuando un hombre
importante de la ciudad es encontrado muerto e inexplicablemente vinculado a
Kya, ésta se convierte en la principal sospechosa de este caso de asesinato.
La conocida actriz y productora Reese Witherspoon se apresuro en comprar los derechos (por una buena cifra) del betseller de la escritora Delia Owens titulado “Where the Crawdads Sing” para realizar la adaptación a la gran pantalla. Eligio a la directora Olivia Newman (que solo tenía una película anterior) y la adaptación fue a manos de la guionista Lucy Alibar (BESTIAS DEL SUR SALVAJE) que le prometió que la estructura narrativa seria con dos líneas temporales. Así que nos llega a las salas de cine, el resultado que se titula LA CHICA SALVAJE (2022) y que, bajo mi opinión, es una película que resulta bastante desigual en su totalidad.
Por un lado, la historia comienza como un drama judicial, donde a base de flashbacks se intenta esclarecer un asesinato ocurrido en la marisma de un pantano de Carolina del Norte y donde la protagonista Kya es acusada de dicho asesinato. Y por el otro lado tenemos la historia de la protagonista desde su niñez, en un ejercicio de autoempoderamiento donde la heroína cuyo apodo en el pueblo es el de “La chica salvaje” debido a que vive completamente sola en una cabaña en la marisma, e intenta sobrevivir donde ella es quien pone las leyes.
El tráiler de LA CHICA SALVAJE es bastante “vendehúmos” ya que parece estar mas interesado en vendernos solamente el misterio del asesinato y el drama judicial. Pero el gran chasco de la mayoría del público, será que ese tema queda relegado a un segundo plano, y sinceramente, esa línea temporal funciona. Lo que realmente ocupa casi la totalidad del metraje es una historia que parece escrita por Nicholas Spark en un triangulo amoroso entre Kya y sus dos pretendientes masculinos. Pero todo tiene una etiqueta de estereotipo que roza la vergüenza ajena. Uno de los pretendientes es un humilde chico del pueblo que quiero ser biólogo y el otro es un posesivo chico que proviene de una familia adinerada. Y sinceramente al ser una historia que ya hemos visto miles de veces (y mejor) no aporta nada, en sus (larguísimos) 126 minutos de metraje, en donde el espectador no se sorprenderá con absolutamente nada, incluida la resolución del asesinato.
Pero esta claro que este subgénero romántico sureño atraerá al publico femenino a las salas, porque el producto esta enfocado para ellas. Creo que en esa parte si tiene su parte triunfante, debido sobre todo a la buena actuación de Daisy Edgar-Jones y ciertos temas que toca la historia. Cierto es que el estilo visual pretende ser lo mas “limpio” y bonito en imágenes de la marisma y el pantano, como dando una sensación idílica, aunque también artificial. En lo que se refiera al elenco secundario, solo salvaría la mejor actuación que corre a cargo del actor David Strathairn como abogado sureño que defiende a Kya en el juicio. Tanto Taylor Jhon Smith como Harris Dickinson funcionan como el “Ken bueno” y “Ken malote”, porque básicamente, es el papel que les ofrecen, ser los intereses amorosos de la protagonista.
En definitiva y resumiendo: LA
CHICA SALVAJE es un largometraje que,
bajo mi opinión, provoca la indiferencia una vez salgas del cine. Cumple, pero
la olvidaras a los cinco minutos. Sin pretensiones a la profundidad de los
personajes y sin obligarse a debatir las complicadas relaciones sociales de los
años 50 y 60, Olivia Newman nos ofrece una película honesta, un
thriller romántico que respeta demasiado una "receta" tradicional que
ya hemos probado hasta la saciedad. Pero el producto final es una película
sensible que conduce al espectador por un camino sinuoso hacia un mundo
maravilloso donde, con demasiada frecuencia, hechos trágicos y gente abominable
perturban las vidas de las personas. Escrito de esta manera puede ser
atractivo, pero tiene problemas de ritmo y los últimos veinte minutos ya son la
cúspide de un suspense aburrido de si mismo. Habrá un publico que le guste LA CHICA SALVAJE, pero a mi no me ha dicho absolutamente
nada.