La muerte es un tema que siempre ha estado presente en el
mundo del cine. Es algo que nos afecta a todos, pero mucha gente prefiere no
hablar de ello. El fin de la vida llegara, pero intentamos pensarlo lo menos
posible. Y por eso tenemos películas. Los personajes mueren todo el tiempo, a
veces por razones naturales, a veces con un poco de énfasis (y no hablemos del género
de terror). Este tema puede ser un entretenimiento o una ocasión para decir
cosas particularmente profundas. O lo que los guionistas piensan que es
profundo. Había unos cuantos en ¿CONOCES A JOE BLACK?
(1998), cuatro de ellos para ser exactos. Probablemente todos
contribuyeron al hecho de que el guion se volviera tan extenso, porque el
largometraje dura tres horas (una decisión arriesgada) y que el género del
drama confirma una vieja intuición: la amplitud no es lo mismo que la
profundidad.
William Parrish (Anthony Hopkins), es un poderoso magnate cuya vida se ve alterada por la llegada de un enigmático joven llamado Joe Black (Brad Pitt) que se enamora de su hija Susan (Claire Forlani). Joe es, en realidad, la personificación de la muerte, con una misión que cumplir en dicho hogar...
Esta claro que no se buscaba una profundidad en ¿CONOCES A JOE BLACK? cuando el estudio de Universal decide contratar al “carpetero” por excelencia que era (y es) Brad Pitt. Esta claro que Pitt tiene cualidades actorales, pero no creo que esa fuera la razón de su elección. Si a esto añadimos a la actriz Claire Forlani, tenemos a dos personas atractivas, así que, si se encierran o hablan en una habitación, eso debe de ser amor. Porque esta claro que el “antagonista” Drew (Jake Weber) es desagradable físicamente y obvio donde este Joe Black, que se quite todo lo demás. Pero todos los personajes tienen una caracterización superficial, sobre todo Susan. A lo largo de la película, en realidad solo se le permite ser la hermosa hija, un objeto por el que varios personajes pelean, tanto Joe, Drew y su propio padre William. Además, la actriz parece que solo tiene tres funciones en la película: sonreír, colocarse el pelo y llorar. Me parece más interesante su hermana mayor Allison (Marcia Gay Harden) porque al menos resulta molesta porque siempre necesita la aprobación de su padre, tiene un motivo y una razón. Y el personaje de Anthony Hopkins, pues el va bien en la vida, ya que se dedica a dar grandes discursos que parecen sacados de una tarjeta de felicitación de cumpleaños, de esas que compras en una estación de tren. Habla sobre el amor, porque el amo una vez y es de los pocos personajes dentro de la película que no tienen pareja.
Obviamente el equipo de guionistas tampoco tenía mucha experiencia con otras personas en lo que se refiere al amor, o tal vez simplemente no pudieron ponerse de acuerdo sobre cómo expresarlo. Porque ¿CONOCES A JOE BLACK? tiene una primera mitad que toca todos los palos de “Pez fuera del agua” donde el propio Joe es la muerte, pero también podría ser un extraterrestre, un robot o una persona en una cámara criogénica que se ha despertado después de 50 años y que descubre la vida actual. Brad Pitt solo pone cara de bobalicón con escenas cómicas, donde algunas funcionan y otras no. Ahí se nota que dos de los guionistas todavía no sabían que estaban escribiendo un drama. Pero la segunda mitad si que toma las riendas de lo que quiere contar y como, aspecto que se agradece y que acaba en un final modélico dentro del genero del romance y el drama.
¿CONOCES A JOE BLACK? tiene aspectos positivos y supera con creces en el aspecto técnico. El director Martin Brest sabe crear una buena ambientación de unos pocos escenarios y coloca la cámara donde toca. La fotografía de Emmanuel Lubezki crea bonitas postales y se luce en la ultima media hora de metraje. Y sin duda la música de Thomas Newman me parece maravillosa.
En definitiva y resumiendo: ¿CONOCES
A JOE BLACK? pretende ser una gloriosa
y suntuosa historia de amor. Tiene detalles para serlo, un aspecto visual
brillante, una atmósfera ponderada y una música que enlaza todo. Aparte un
actor que estaba en lo alto de su carrera y ocupaba los corazones de las
espectadoras. Pero un guion “rompecabezas” y demasiadas ambiciones por parte
del estudio hace que un largometraje que podía ser mejor, se queda en una
historia aceptable y un curioso experimento de realizar una gran historia de
amor de antaño, pero en 1998.