El exorcista del papa (2023)

 

Forman parte firmemente del género de terror: películas en las que algunas personas están poseídas por demonios y solo pueden liberarse de ellos con un gran esfuerzo. La mayoría de las veces, estas historias solo aparecen para plataformas y se filman sin mucho esfuerzo (ni dinero).  Pero este mes de abril hay dos ejemplos de que incluso los grandes estudios cinematográficos siguen siendo conscientes de la potencia comercial de este tipo de títulos. Si bien POSESION INFERNAL: EL DESPERTAR (2023) atraerá al público con el nombre de la icónica franquicia, en EL EXORCISTA DEL PAPA (2023) está el principal protagonista y que se basa en una persona real como gran punto de interés para el espectador. Especialmente porque Russell Crowe no es alguien que necesariamente un actor que se asocie con el género de terror (y no me vale decir POKERFACE como ejemplo).

Película sobre Gabriele Amorth, un sacerdote que ejerció como exorcista principal del Vaticano, realizando más de cien mil exorcismos a lo largo de su vida. Amorth escribió dos libros de memorias donde detalló sus experiencias luchando contra Satanás.

De hecho, el actor de Nueva Zelanda es el verdadero argumento de por qué se debe ver la película. Así que el sacerdote que encarna aquí es una personalidad muy curiosa. Cuando acelera en su moto vespa o se mete con otras personas en el Vaticano, la película lo deja claro: Gabriele Amorth es un individuo real y con las cosas muy claras respecto a su fe y sus acciones. EL EXORCISTA DEL PAPA se basa en gran medida en el carisma del personaje principal y enfatiza lo poco convencional que es el clérigo, que en realidad fue un importante exorcista del Vaticano. Hay una cantidad sorprendente de humor asociado a esto (que funciona) y por momentos uno incluso piensa que podría tratarse de una comedia de terror. Pero en realidad el director Julius Avery (OVERLORD) realmente se pone en marcha y lanza el mal hacia la pantalla.



No solo de Rusell Crowe se beneficia la historia, también la actuación de Peter DeSouza-Feighoney, como un niño poseído, es bastante respetable y hace que la vida sea un infierno para quienes lo rodean. Cierto es, que en términos de puesta en escena, la pesadilla demoníaca puede resultar menos llamativa, debido a que muchas de las escenas de terror, como el exorcismo, solo se ajustan al estándar del género. Ya sean voces distorsionadas, cualquier contorsión física, el manejo de la cruz o recitar oraciones: todo se ha visto antes, pero EL EXORCISTA DEL PAPA sabe a lo que juega, y no es a ser un drama disfrazado de película de terror, porque posiblemente las subtramas dramáticas le importen poco al director y guionistas. Aquí lo importante y que consigue ser un éxito, es mostrar escenas que sí, posiblemente hayamos visto miles de veces, pero con un ritmo que entretiene en todo momento, y abrazando el terror de “Serie B” que tan bien funciona en el largometraje.



Lo que podría ser una película genérica de exorcismo, en el tercer acto toma un rumbo inesperado. Aparte de que entre los chascarrillos del padre Amorth y que Rusell Crowe se nota que se lo pasa como un niño pequeño con el papel, hay momentos para criticar lo que ocurre en la Iglesia (y que por supuesto ha conseguido que la propia Iglesia se haya mosqueado). En este tercer acto (sin contar mucho) vemos realmente porque Julius Avery está detrás de la cámara. Si en OVERLORD, el final de la historia era una locura y tenia momentos “Pulp” muy locos, en EL EXORCISTA DEL PAPA no va a ser menos, y os puedo asegurar que yo me lo pase muy bien con todo lo que sucedió en pantalla, cuando realmente todas las reglas no existen. Habrá espectadores que no aceptaran ese cambio de rumbo, pero los fanáticos del terror más “de mazmorra” lo van a disfrutar sin duda. 



En definitiva y resumiendo: EL EXORCISTA DEL PAPA no es un biopic del Padre Amorth, mas bien utilizan su persona y algún caso de sus libros (porque escribió muchos) para dar forma a la historia que se cuenta. No esperéis algo serio, porque el guion juega en la liga de ofrecer un terror entretenido dentro del genero de “exorcismos” donde funciona debido al ritmo y que las escenas, aunque estén muy vistas, están bien construidas y no dan un respiro al espectador. Russell Crowe esta genial y el tercer acto ya es solo el simple motivo para comprar una entrada para ver la película. Para mi una sorpresa totalmente inesperada y de las que ojala, hubiera mas en cartelera.