Un hombre está tan desesperado por promocionarse que ofrece
su mujer a su jefe. A pesar de este sacrificio, otro hombre consigue el
ascenso. Entonces decide suicidarse y su mujer promete vengarse de todos los
implicados.
Los thrillers eróticos salieron como churros en los años 90
y los estantes de los videoclubs estaban inundados de películas que usaban tramas
simples para ofrecernos las escenas de desnudos de la protagonista femenina. Shannon
Tweed fue una de las actrices que más películas protagonizo en esa época
y se hizo conocida entre los fanáticos de las películas de “Serie B” y los adolescentes
que buscaban masturbarse. En el pasado, vi alguna de estas películas, pero casi
no las se diferenciar ya que estas películas tienen casi la misma estructura.
Habría alguna trama, una escena de sexo (paja), más trama, una escena de ducha
(paja), más trama, otra escena de sexo (paja), y luego un final con una
confrontación salpicada de un poco de violencia. UNA MUJER SIN ESCRUPULOS (1993) es una película que
salió durante el apogeo del thriller erótico y, aunque la trama es un cliché
con patas, sigue siendo divertido ver a Tweed intentar destruir a
toda una familia con una combinación de manipulación y folleteo.
Es bastante obvio que la premisa principal de esta película
fue tomada de LA MANO QUE MECE LA CUNA (1992),
pero la idea de una mujer inestable que se infiltra en una familia no es nada
nuevo en el género del thriller erótico. Tweed parece deleitarse
con su papel y las escenas en las que seduce a Robey (el hijo “adolescente”)
son sexys y creíbles. Similar al personaje de Sylvia Kristel en LECCIONES PRIVADAS (1975),
esta mujer sabe exactamente cómo explotar las hormonas adolescentes y lo hace
para deleite del adolescente de la película y el hombre que esté viendo estas
escenas. Tweed se pone bastante obscena cuando castiga a Robey
por haber tenido un mal desempeño en un examen haciéndole usar un anillo de
gallo (buscado en Google) en una de las escenas más memorables de la película. Andrew
Stevens, intenta actuar de la mejor manera (aunque es deficiente) como
el hombre de familia adicto al trabajo que ama a su familia en el fondo, pero muerde
el anzuelo cuando la sexy Shannon se inclina sobre la mesa de
billar.
Tweed y Stevens ya habían
trabajado anteriormente en un par de secuelas de la saga OJOS EN LA NOCHE (tanto
en la segunda como en la tercera) y ambos sabían la fórmula para el subgénero. Stevens
también dirige y aunque la trama es muy floja, sabe que la atracción principal
aquí es su protagonista en lugar de la trama. A pesar de ello, la trama intenta
ser entretenida incluso cuando los pechos de Shannon no están en
la pantalla. Uno de los grandes fallos y que no comprendo en absoluto es porque
el personaje de Tweed estaba tan empeñada en la venganza después
de que su esposo se suicidara. La relación con su marido es desagradable,
esnifando cocaína y donde su propio marido la instiga a que sea violada por su jefe
con tal de que el gane una promoción en el trabajo. Lo normal hubiera sido, que
después del suicidio, ella viera una segunda oportunidad en su vida en lugar de
una motivación para una venganza llena de odio contra la familia, donde el
padre si consigue la promoción. Sin embargo, si hubiera pasado lo que pienso,
no habría película.
En definitiva y resumiendo: UNA MUJER SIN
ESCRUPULOS es un thriller erótico de
baja estofa que se basa en la actriz principal y sus desnudos para atraer al
espectador. Quizá su guion intenta ser demasiado serio cuando la venganza de la
protagonista es (sinceramente) follarse a cada familiar para que entre ellos
haya polémica y celos. Pero como entretenimiento simple puede tener un pase
para el espectador que sea fanático de este tipo de género.