Shadow Force (2025)

 

SHADOW FORCE, dirigida por Joe Carnahan, es una de esas películas que llegan con promesas de acción imparable, un elenco reconocible y una estética llamativa, pero que terminan desinflándose bajo el peso de un guion flojo y una dirección que no logra dar forma a sus propias ambiciones. Con Kerry Washington y Omar Sy liderando el reparto, esta propuesta de thriller de acción con tintes conspirativos apunta alto, pero alcanza poco.

Con una recompensa por sus cabezas, una pareja huye con su hijo para escapar de su antigua organización: una unidad de operaciones en la sombra que ha sido enviada para liquidarlos.
La premisa es prometedora: una pareja rota, marcada por un pasado violento, que se reencuentra en medio del caos para proteger a su hijo. Sin embargo, el desarrollo de la historia no logra sacar partido de ese núcleo emocional. La dinámica entre los personajes principales carece de profundidad, y las escenas que intentan explorar sus heridas y conflictos suelen verse interrumpidas por secuencias de acción demasiado largas o mal integradas narrativamente.


Omar Sy ofrece una actuación comprometida, como un padre y ex-agente endurecido por la vida, pero su personaje nunca pasa de los trazos más básicos. Lo mismo ocurre con Kerry Washington, cuyo carisma natural queda atrapado en una serie de escenas que no logran definirla más allá del tópico del "madre protectora con pasado oscuro". La química entre ambos es irregular: hay destellos de tensión y afecto, pero nunca lo suficiente como para sostener el eje emocional de un matrimonio con problemas. El punto positivo lo añade Jahleel Kamara, como el joven Ky, que ofrece una presencia encantadora que evita caer en un niño irritante. Da’Vine Joy Randolph y Method Man, como los aliados Auntie y Unc, inyectan algo de humor, aunque sus roles se sienten desaprovechados. Sin embargo, estos destellos de talento no logran compensar las numerosas carencias de la película.



Uno de los principales problemas de SHADOW FORCE es su ritmo desigual. La película alterna entre explosiones, persecuciones y enfrentamientos, sin permitir que los momentos de calma generen verdadero peso dramático. La acción, un elemento crucial para una película que se vende como thriller, es decepcionante. Carnahan, parece fuera de su elemento aquí. Las secuencias de pelea y persecuciones, aunque filmadas con un enfoque práctico que evita el exceso de CGI, sufren de una edición errática y una coreografía desordenada. Una persecución en lancha rápida y un enfrentamiento en carreteras montañosas ofrecen breves momentos de emoción, pero son demasiado cortos y mal ejecutados para destacar. El villano, interpretado por Mark Strong, está desaprovechado. Su personaje, líder de la organización y supuestamente una figura amenazante, resulta plano y carente de carisma. La amenaza que representa nunca se siente real, y sus motivaciones son vagas, más funcionales al avance del argumento que al desarrollo de un antagonista digno.


También es difícil pasar por alto el tratamiento superficial de los temas que SHADOW FORCE insinúa querer abordar: la paternidad bajo presión, la violencia institucional, la posibilidad de redención... Todo se menciona, pero nada se explora con convicción. La película quiere ser un thriller de acción con corazón, pero no se compromete lo suficiente con ninguno de los dos frentes. A nivel técnico, la fotografía cumple, y hay algunos momentos visuales logrados, especialmente en las escenas nocturnas. La banda sonora, sin embargo, es genérica y apenas resalta. En general, la sensación es la de estar ante una producción que cumple con los estándares de una plataforma de streaming, pero que no aspira a mucho más y menos a una lanzamiento en pantalla grande.


En definitiva y resumiendo: SHADOW FORCE es una película que no alcanza su potencial. Tiene buenos ingredientes: dos protagonistas talentosos, una premisa atractiva y un marco visual cuidado. Pero falla en la construcción de una historia que emocione, sorprenda o se quede en la memoria del espectador. Es entretenida en algunos tramos, pero olvidable en su conjunto. Una de esas películas que, al terminar, dejan la sensación de que podía haber sido mucho más de lo que fue. Tiene acción, pero poca alma.