Mister Video: Haz lo que debas (1989)

 

Hay películas que se ven y se olvidan. Otras, en cambio, se incrustan como astillas en la memoria colectiva, incómodas, punzantes, imposibles de ignorar. HAZ LO QUE DEBAS (1989), de Spike Lee, pertenece con honores al segundo grupo: no por perfecta, sino por necesaria. Es una obra que no solo se atreve a mirar de frente las tensiones raciales de Estados Unidos, sino que las empuja hasta el punto de ebullición, como si la pantalla misma fuera un asfalto ardiente al mediodía. Brooklyn. Verano. Calor demencial. Pero no solo el meteorológico: hay un bochorno moral que lo impregna todo. En el barrio de Bedford-Stuyvesant, los roces entre comunidades laten como una bomba de relojería. Spike Lee, con la precisión de un orfebre y el descaro de un grafitero, construye un fresco coral donde la comedia y la tragedia bailan pegadas, como dos amantes que saben que su romance acabará mal.

La trama, un mosaico de caracteres y tensiones, orbita en torno a Mookie (Spike Lee), un repartidor de pizzas empleado por Sal (Danny Aiello), cuya pizzería italoamericana es un baluarte cultural en un vecindario predominantemente afroamericano. A lo largo de un día abrasador, Lee presenta un elenco coral: Buggin Out (Giancarlo Esposito), un agitador que exige rostros negros en el “muro de la fama” de Sal; Radio Raheem (Bill Nunn), cuya presencia imponente y su radiocasete tronante encarnan la resistencia cultural; y figuras como Da Mayor (Ossie Davis) y Mister Señor Love Daddy (Samuel L. Jackson), que aportan gravitas y jocosidad.

Asia Presenta: Érase una vez en China III (1992)

 

A estas alturas de la saga, Wong Fei-hung no es ya solo un personaje emblemático del cine de artes marciales, sino una figura casi mitológica del imaginario colectivo chino. En ERASE UNA VEZ EN CHINA III, el director Tsui Hark continúa el proyecto de construir una epopeya nacionalista anclada en el heroísmo clásico, envuelta en coreografías virtuosas y una puesta en escena épica. Sin embargo, tras el deslumbrante despliegue de la primera entrega y la complejidad ideológica de la segunda, esta tercera parte se presenta más domesticada, menos audaz, casi como una repetición digna pero sin riesgo.

Fei Hung Wong va a Pekín a visitar a su padre, un maestro de la danza del león. Allí tendrá que defender la escuela de su padre de una escuela rival. Al mismo tiempo, la prima Yee se encuentra con un antiguo pretendiente que está involucrado en un complot para asesinar al Gobernador Chino. Éste le regala a la prima Yee una cámara de cine en la que se registra una prueba del complot, y descubren que el asesinato está previsto durante la competición de la danza del león. Fei Hung Wong entra en la competición para evitar el asesinato...

Asia Presenta: Ne Zha 2 (2025)

 

Cuando una película animada recauda más de 2.200 millones de dólares (por el momento) y destrona a gigantes como DEL REVÉS 2 (2024) que se debe de estar comiendo sus propios sentimientos, no hay mucho margen para la indiferencia. NE ZHA 2, dirigida por Yang Yu (Jiaozi), no solo arrasa en taquilla: sacude las expectativas, agita la mitología tradicional china y convierte a un demonio infantil en símbolo de identidad y rebeldía. Es un espectáculo tan abrumador como fascinante, una sinfonía de fuego, agua, neones mágicos… y humor escatológico. Estrenada durante el Año Nuevo Lunar, NE ZHA 2 no es una simple secuela. Es una declaración de poder: del cine chino, de la animación como herramienta mitológica, y del derecho de los héroes a no parecerse a nadie.

Ne Zha, un niño demonio criado por humanos, forma una incómoda alianza con el príncipe Loong, Ao Bing, en una batalla épica para proteger a sus clanes. Después, sus cuerpos se tambalean al borde de la destrucción. Ne Zha debe embarcarse en una peligrosa búsqueda para obtener un elixir que restaure el cuerpo de Ao Bing. Durante este viaje para matar demonios, Ne Zha descubre una conspiración que desencadenará una guerra devastadora entre el bien y el mal, y deberá desafiar a fuerzas traicioneras para proteger lo que más aprecia.