En un panorama saturado de adaptaciones manga que buscan perpetuar el éxito más que reinventarlo, CHAINSAW MAN - LA PELÍCULA: EL ARCO DE REZE (2025) irrumpe como un estallido emocional cuidadosamente calculado. Dirigida por Tatsuya Yoshihara —quien asume el timón tras la salida de Ryu Nakayama de la serie original—, esta producción de MAPPA condensa los volúmenes cinco y seis del manga de Tatsuki Fujimoto en 100 minutos de energía desbordada: una sinfonía de sangre, deseo y pérdida. El largometraje no solo reafirma el culto en torno a Denji, el chico que cambió su corazón por un demonio motosierra (nuestro querido Pochita) sino que convierte el arco de Reze en una elegía sobre la imposibilidad del amor en un mundo corroído por la violencia.
Denji trabajaba como cazador de demonios para la yakuza, tratando de saldar la deuda que había heredado de sus padres, pero la yakuza lo traicionó y lo mató. Antes de perder el conocimiento, Pochita, el perro-demonio motosierra de Denji, hizo un trato con él y le salvó la vida. Así se fusionaron, creando al imparable Chainsaw Man. Ahora, en medio de una brutal guerra entre demonios, cazadores y enemigos secretos, una misteriosa chica llamada Reze irrumpe en su mundo y Denji se enfrenta a su batalla más mortífera, impulsado por el amor, en un mundo donde la supervivencia no conoce reglas.


